Pestañas

10 de octubre de 2014

Capítulo 16; Muy fría


Capítulo 16; 
Muy Fría



Oh, que relajante. Un buen baño caliente siempre sienta bien.

Sobre todo después de una buena paliza.

Bueno, tampoco es que haya matado a nadie. Simplemente... he dejado un buen moratón.

De forma dolorosa.

‘’no he sido yo la que ha cometido una estupidez’’ pienso, mientras me sumerjo completamente en la 
cálida agua cristalina de la bañera. ‘’podía haberme avisado. O podía haber convencido a ese Mikel 
de que nos diera dos habitaciones’’

Saco la cabeza del agua y miro a mí alrededor. Tomo un jabón de baño, y lo exprimo en la bañera. 
Normalmente no suelo despilfarrar así estas cosas, pero ya que hemos conseguido esta habitación, 
voy a aprovecharla.

No tardan en aparecer burbujas, y la bañera en seguida se llena de espuma. Y mi cuerpo se relaja.

Doy un profundo suspiro.

Hacía mucho que no me relajaba así.

Será porque sé que, si algo va mal, Marc estará para avisar y respaldarme. Aunque sea idiota, no 
puedo negar que... lo aprecio.

Y suena absurdo, ya que, ¿Cuanto hace que nos conocemos? ¿Cuatro días?

Y en esos cuatro míseros días se las ha arreglado para meterse en mis pensamientos y lograr que 
confíen en él. Algo que hacía mucho que no pasaba.

Solamente ha habido una persona aparte de mi madre en la que siempre confié. Pero estoy segura de 
que nunca volveré a ver a ese chico de cabellos rojos, aunque su recuerdo sigue impreso en mí a 
fuego.

Recuerdo esos ojos negros como la noche, esa naricita respingona, esos brazos que me abrazaban, y 
su voz... esa voz que me tranquilizaba y me consolaba. Y la forma en que me llamaba...

‘’Yu’’

Sonrío tristemente. Era el único que me llamaba así, porque era el único que me conocía realmente.

Llaman a la puerta.

-Hey, Sara, ¿qué prefieres para cenar, fideos a la parmesana o una buena pizza casera?- No dudo 
demasiado.

-Una pizza estaría estupenda.

-Bien- Dice, e imagino la sonrisa que debe haber puesto ahora mismo.

La verdad es que Marc me conoce bastante para el poco tiempo que llevamos.

¿Pero como he podido confiar en alguien tan fácilmente? Lo normal sería que me alejara de todos 
quienes me rodean, de protegerme, de evitar que me conozcan. Y viene ese rubito y en nada se cuela 
dentro de mí, me hace sonreír, hace que le abrace, que le cuente sobre mí, me enseña cosas que nadie 
me enseñó nunca.

Me enseñó que por muy cagado que estés, una sonrisa siempre mejora las cosas, aunque sea un 
poquito.

Me enseñó a que aún puedo ser feliz, sin tener que llegar al áX.

Al fin y al cabo, cuando consigamos el Bow, él se quedará aquí y yo continuaré. ¿Pero a dónde iré? 
En un principio quería llegar al áX para poder vivir tranquila, sin temor, sin tener que desconfiar. 
Para sanar mi alma.

¿Pero entonces, por qué siento que ya está sanada?

Me da miedo sentir que ya no necesito ir al áX

-¿Que me has hecho?- susurro, mientras me sumerjo en el agua.

Quizá me sienta así porque lo único que quiero es tener a alguien que me sonría de la forma que lo 
hace Marc. O poder estar con alguien sin sentir la urgencia de sacar mi espada. Poder sentir los 
brazos de Marc alrededor mío, sintiéndome segura.

Me llevo una mano a la frente.

‘’Pensar tanto no debe de ser bueno’’ digo mentalmente. Si es que cuando estoy sola me pongo 
demasiado filosófica. Creo que lo mejor será pensar lo que haré después del campeonato cuando el 
después llegue. Me ahorraré algún que otro dolor de cabeza.

Me miro las manos, y están como pasas. Debería salir.

Así que, después de lavarme bien, salgo de la bañera y me envuelvo con una toalla (que es 
increíblemente suave) y abro la puerta, intentando no pensar en todo el lío anterior.

Y de alguna forma, lo consigo, ya que nada más abrir la puerta mi mente se queda en blanco.

Lo único que consigo procesar es que Marc está delante de mí, con su cuerpo a centímetros del mío. 
Y que yo estoy tapada únicamente por una fina y suave toalla.

Oh, sí. Y que él está con el pecho desnudo.

Inconscientemente, lo observo.

Santa Mierda

Esas ropas ocultan demasiado bien su cuerpo. No le había notado esos músculos debajo de la 
camiseta. Es decir, no son como los de un atleta dopado, pero tampoco es un fideo. Están bien 
marcados, pero no demasiado. Incluso le veo el moratón que le he dejado en el hombro izquierdo de 
un puñetazo. Un morado que contrasta con su tostada piel por el sol.

Si es que hasta tiene una tableta.

Una tableta.

Como la del chocolate.

Oh, sí, chocolate.

Frenando mis pensamientos, con un leve rubor dirijo mi mirada a sus ojos, intentando no mirar más 
abajo.

Intentándolo.

Y me doy cuenta de que él está en mi misma condición, escrutándome con esos ojos verdes y 
profundos.

No tardo en notar que la sangre me sube a la cara.

Juro que aunque no nos tocamos, soy capaz de percibir el calor que emana.

Joder.

-Este... ¿Marc?- El parpadea y, dando un paso atrás mientras abre los ojos, comienza a tartamudear.

Esta situación me recuerda al día en que nos conocimos. A esa noche que...

Me sonrojo. Aún más.

Mar por fin logra decir algo coherente.

-Pues, este... mientras me ponía el pijama nos han traído la cena, e ¡iba a avisarte! Pero entonces...- 
Se ruboriza.

Una leve impresión de déjà vu me invade.

En ese entonces estaba a punto de arrancarle los dedos, uno a uno, en lenta agonía.

Ahora estoy paralizada y roja como un tomate sin saber qué decir.

-Ah... Bien- ¡¿Bien?! ¡Por dios! ¡Esto está todo menos bien!- Voy a... voy a por mi ropa.- Digo, 
pasando por su lado y rozándolo con el hombro levemente.

Piel con piel.

Me estremezco y un escalofrío me recorre de pies a cabeza.

Santa jodida mierda

Tomo la ropa que hay en la cama, que es el pijama que en los hoteles siempre suele haber, y vuelvo al baño sin levantar la cabeza. Nada más entrar, cierro la puerta y pongo el pestillo.

¿Qué mierda ha sido eso?

Me tiemblan las piernas, mi corazón corre una maratón y para colmo, debo de ser un tomate andante.

‘’Esto no es normal’’ Pienso ‘’Deben... deben ser las hormonas y el hecho de que nunca he visto 
nunca un pecho masculino. Bueno, si he visto algunos en las peleas, los de los hombres contra los que luchaba, pero ninguno era...’’

Ninguno era el de Marc.

Nada más ese pensamiento surge en mi mente, empiezo a negar con la cabeza.

‘’No, no, piénsalo. Son las hormonas. Eso es, las hormonas. Las hormonas tienen la culpa de todo’’ 
Pienso acalorada ‘’No es mi culpa sentirme así, son las hormonas. Son ellas las que hacen que piense que Marc es sexy’’.

Marc es sexy

Es sexy

Marc.

Sexy.

Las palabras rebotan en mi mente.

‘’ ¡¿pero qué mierda pienso?!’’ Grito en mi mente y le doy una patada al inodoro. Mala idea, porque 
suelto un mudo grito de dolor mientras me sujeto el pie con las manos. ¿A quién se le ocurre pegar a 
un váter con el pie descalzo en un intento de borrar sus pensamientos pervertidos?

A mí, claro.

Acalorada, y con el pie dolorido, un pensamiento zumba en mi mente.

Necesito una ducha. Fría.

Muy fría

=/=/=/=/=/=/=/

-Y entonces, va el tío y dice, ‘’mira chancho, a mí nadie me tira una pelota a la cara y se va de rositas 
¿Entiendes?-

-¿qué le hiciste?

-Lo que cualquier persona inteligente haría. Arranqué la pelota de sus manos y salí corriendo- Yo 
empiezo a reírme, y Marc me sigue.

Después de darme una segunda ducha y salir del baño con el pijama y el pelo recogido en mi habitual 
coleta, comenzamos a cenar. Y aunque al principio lo único que se oía en la habitación era el 
zumbido de una mosca (y no mencionar nuestros sonrojos) No tardamos mucho en comenzar a hablar 
y olvidar lo pasado hace unos minutos.

Y ahora Marc acababa de contarme cómo lanzó la pelota al gruñón de su vecino mientras jugaba con 
su hermana y después salió corriendo como la persona ‘’inteligente’’ que era.

Y como no, consigue volver a sacarme una sonrisa.

Después nos sumimos en un agradable silencio. De esos en los que simplemente disfrutas de la 
compañía del otro.

Momentos después, saco el tema que lleva todo el día rondándome la cabeza.

-Pasado mañana es el torneo- Él asiente- Así que... ¿Mañana entrenaremos?-

-Supongo.

-¿Supones?-

-Sí, supongo- Me mira divertido, esperando seguramente, a que me queje de que en realidad no me ha 
respondido la pregunta cómo me gustaría. Pero, en vez de eso, digo algo diferente.

-Entonces, ¿Mañana entrenaremos juntos, o separados?

-Me da igual, como prefieras.

-Me gustaría ver como manejas los cuchillos. Es algo que me intriga.

-Vaya, me alegro de que yo le resulte intrigoso a usted.

-Acabas de lanzar el idioma a la papelera ¿qué se supone que es intrigoso?

-Intrigoso es esto- Y suelta un eructo bien audible. Pongo los ojos en blanco y una falsa mueca de 
aburrimiento.

-Eso no es intrigoso. Esto es intrigoso- Y eructo de forma aún más audible que él, lo que hace que 
suelte una risa y me mire divertido.

-Vaya no sabía que usted era tan intrigosa

-Oh, soy mucho más intrigosa de lo que usted imagina.- Digo, poniéndome de pie- ¿Y que tal si este 
par de intrigosos se va a la cama?- Él se pone de pie.

-¿No cambiarás de idea?

-Créeme que has tenido suerte cuando he cambiado de idea sobre arrancarte un ojo. Además, el sofá 
es cómodo para dormir- Digo, mientras me meto en la cama. Suspiro de placer- Lo que daría por 
dormir siempre en una cama así de cómoda.

-Gracias, ahora mi sofá resulta incluso más incómodo que antes.

-Te lo mereces por- un bostezo me interrumpe- estúpido.

-Ya me he disculpado.

-No es suficiente- Cierro los ojos. Oigo como suspira.

-Joder, las mujeres sois...

-Acaba la frase y duermes en el pasillo- Digo y ni siquiera me molesto en abrir los ojos, pero me lo 
imagino poner esa mueca típica suya de ‘’he metido la pata’’.

-únicas, iba a decir únicas.- Me contradice, intentando arreglar la frase anterior.

-Apaga las luces, anda.- Él se queja, pero oigo que se levanta, que apaga las luces y vuelve a 
tumbarse en el sofá.

-Buenas noches- Murmura.

Y yo, sintiendo una calidez única en el pecho, por sólo oírlo murmurar esas palabras que antes se me 
hacía extraño oír, respondo.


-Buenas noches.

=/=/=/=/=/=/=/=/

Holaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!

¿Que tal? ¡Yo bien! Y todo gracias a vuestro chocolate :3

En verdad estaba preocupada por no haber acutalizado antes, pero me habéis entendido y no me habeis asesinado por ello :D

Así que estoy muy contenta e inspirada, y he subido este capítulo. Os cuento:

Hoy hemos tenido dos exámenes y creo que me ha ido bien, así que al llegar a casa me he puesto a leer y he acabado un Fic que estaba leyendo.

Y ese fic me ha inspirado, y recordando vuestros comentarios, me he armado de energía y me he puesto a escribir :D

Y... seh, seguro que pensais que este capi está algo pervert.... ¡Pero que queréis! El fic que he leído estaba clasificado como M, así que...

había lemon.


Sí, lo sé, soy una pervert

Y..... ese ha sido el motivo de que ande tan pervertida y con las hormonas revolucionadas. Así que, aquí tenéis un capi bien calentito.

ewe ewe ewe ewe <------- (esta es mi carita pervert)

Naah, hoy no hay notas de autora, porque no sé que comentar sobre el capítulo, aunque sí que tengo que enseñaros algo.

La otra vez entre en una página para hacer tu personaje anime, y me puse a hacer a Sara. Y digamos que, una vez empecé no pude detenerme, e hice un gif con todas las fotos :D


Es un regalito para vosotros :33 No sé, quizá queréis tenerlo en vuestro ordenador o algo (? Aunque yo lo pondré en el blog, ya que me ha gustado como ha quedado :333

Arriba tenéis la pagina por si queréis hacer vuestro propio personaje :D

Qué mas...

Ah, he puesto una encuesta. Es simplemente para ver que os parece la historia (además de que quería poner el gadget de encuesta y no sabía que pregunta poner) Así que, si queréis, votad :P 

Y.... bueno, creo que es todo.

¡NO! ¡Ahora recuerdo!

En la entrada anterior dije que había algo importante, y es que he pensado en hacer reseñas. Es decir, últimamente ando leyendo muchos libros que me están encantando, y ya que en muchos blogs hay todo tipo de reseñas, quería ser especial (?

No sé, ¿Qué os parece la idea? 

Creo que es una forma para conozcáis un poco mejor mis gustos ;P

Gracias por leer, por darle +1, por comentar, por haceros seguidores, y ¡por compartir! Sabéis que me hace muy felices que leáis la historia C':

Y ahora, sin nada más que comentar, me despido ;P

Bsos & Salu2!! ^^


PD: Sólo diré que me gustaría una tableta.

Una tableta.

De chocolate.

Oh, sí, chocolate.

¿O ahora piensas en otro tipo de tableta?



ewe

6 de octubre de 2014

Capítulo 15; Y no sabes cuanto

Capítulo 15; 
Y no sabes cuanto


Las dos nos  miramos fijamente, mientras que yo estoy mentalmente pateándome el culo por idiota. 
¿Tan torpe soy como para resbalarme con nada?

Su verdes ojos me miran de arriba abajo, ese inquietante esmeralda recorriendo mi rostro, supongo 
que intentando asegurarse de que soy yo.

Despierto de mis pensamientos cuando le veo moverse, y automáticamente o por simple instinto, me 
agacho  y deslizo una pierna por debajo de las suyas, logrando tirarla al suelo. En un segundo, estoy 
de pie y arrinconándola con mi espada contra el suelo.

Podría haberlo negado. Podría simplemente haber dicho que se equivocaba. Y podría haber salido de 
la tienda. Ahora, en cambio, voy a tener que cerrarle la boca a la fuerza, y todo porque me he dejado 
llevar por mi instinto. Todo porque, en vez de pensar, he actuado.

Pero ya no hay vuelta atrás. Así que, me cubro de nuevo con mi fría máscara y la miro amenazante, 
entrecerrando los ojos.

-Será mejor que no digas una palabra de lo que acabas de ver, y si abres la boca, reza por que no te 
atrape, ya que será muy doloroso para ti. Y te aseguro de que yo siempre atrapo a mis presas- Digo, 
lo más amenazante que puedo para intimidarla y no tener que cumplir lo que acabo de decir.

Ella me mira, al principio con sorpresa y contiene el aire. Pero después, inesperadamente, frunce el 
ceño, me mira malhumorada y me grita.

-¡¿Eres imbécil?!- Asombrada y confusa, la miro perpleja. ¿Acaba de gritarme? Respira hondo y 
después comienza hablar. – Dije que no hago preguntas ¿Vale? No hace falta que me amenaces. ¡¿Y 
quieres dejar de apuntarme con la espada?!- Exige.

Yo la miro perpleja.

-¿Crees que estás en buena posición para exigir algo?- Digo- No soy tan idiota como para dejar de 
apuntarte para que aproveches y escapes.- Ella se lleva una mano a la cabeza

-¿Sabes cuantas veces he pasado por lo mismo?- Me mira exasperada- Te lo he dicho. No hago 
preguntas. Me vale mierda que seas la rata escurridiza o Dora la Exploradora, lo que quiero es que 
quites tu estúpida arma fuera de mis narices. Joder, si es que no aguantas un comentario.-

Yo, aún algo desconfiada, aparto mi arma, aunque no la envaino. Veo como se levanta lentamente y 
se sacude el polvo. Y después, me mira malamente.

-¿Como sé que no dirás nada?- Pregunto.

-Yo nunca digo nada. Joder, siempre pasa esto con los nuevos. Primero desconfianza, luego el intento 
de asesinato y cuando todo se aclara esta dichosa pregunta. Creo que necesito unas vacaciones- Se 
aprieta el puente de la nariz con ambas manos con un gesto agotado- Escúchame. Te doy mi palabra, 
y que sepas que yo nunca rompo mi palabra. No-Diré-Nada, ¿Entendido? –Ahora soy yo la que la 
mira malamente. No soy tan ingenua como para confiar en la palabra de una herrera. No puedo 
confiar tan fácilmente. Ella suspira y cruzándose de brazos, espeta- Además, por mucho que te 
delatara, no recibiría recompensa. El gobierno de este pueblo está malditamente corrupto. Nunca dan 
las recompensas y se dedican a estafarnos, además de que están tan jodidos de la cabeza que incluso 
tienden unas no muy bonitas trampas a los criminales únicamente para divertirse. No sacaría nada.

Ahora, algo más convencida, envaino mi espada, aunque sin apartar mis ojos de ella.

-Nunca me has visto- Susurro lo suficientemente alto como para que me escuche, de forma fría 
queriendo advertir de que no le conviene romper su palabra. Y estoy por salir cuando le oigo decirme.

-No sé qué os pasa a vosotros los delincuentes, pero dejarme deciros que estáis muy jodidos.- Y la 
puerta se cierra

Comienzo a andar entre la gente, volviéndome a colocar la capa.

La gente habla a mi alrededor, cada uno inmerso en sus asuntos. Pero no les presto atención. Mis 
pensamientos automáticamente responden a la frase dicha por esa herrera.

‘’Estáis muy jodidos’’ Dijo ella.

Y no sabes cuánto’’ Le habría respondido yo.

=/=/=/=/=/=/=/

Un poema.

Un poema es lo que debe ser mi cara.

Estoy con la boca abierta y los ojos abiertos miran al imponente edificio que tengo delante mío.

-Te van a entrar moscas- Dice Marc divertido. Mi mente aún no logra hacer la conexión y solo logro 
articular una palabra.

-¿Cómo...?- Y es que aún sigo asombrada.

Delante mío se encuentra el que, hasta ahora, es el mejor hotel que he visto. Y no una casucha como 
en las que siempre paso las noches cuando necesito descansar. No, esto es un hotel de verdad.

Y por lo que dice Marc, vamos a pasar aquí el tiempo que estemos en la capital.

No me lo creo.

-Resulta que el hijo del dueño del hotel es el hermanastro del primo de mi mejor amigo del pueblo. 
Lo había visto antes, y aunque no tenemos la mejor relación, es un gran aficionado al torneo. Nos ha 
dejado una habitación por cinco monedas de plata después de una amigable y larga charla. ¿Te lo 
puedes creer? Es un precio absurdo- Dice, con una cara que demuestra que le cuesta tanto creerlo 
como a mí.

-Una habitación casi de lujo... ¿Por cinco monedas de plata? ¿Todo porque participamos en el torneo 
y por tu carisma?- El asiente-  Ahora mismo veo un gato azul volando y me lo creo.- Marc ríe, y yo 
también- ¿A qué esperamos?

-A que te limpies la baba- Bromea

-Si no estuviera tan contenta te golpearía- Digo, sin poder dejar de sonreír.

Y es que no me lo creo. ¿Vamos a estar en este hotel por el mísero precio de cinco monedas de plata?

Sin esperar más, entro en el hotel y me quedo maravillada por el sitio. Nunca había podido estar en 
un lugar así.

Veo que alguien con el pelo rubio oscuro se acerca, de unos 23 años diría. Nos sonríe y se me 
presenta.

-Hola, soy Mikel, el hijo del encargado del hotel. Debes de ser Sara, ¿Verdad?- Asiento. Aunque sigo 
sonriendo, inconscientemente mi expresión se ha enfriado- Es un placer. Vaya, veo que no mentías al 
decir que era una belleza digna de admirar- Dice y mira pícaramente a Marc. Me sonrojo.

¿Qué Marc ha dicho qué?

Voy a decir algo, pero el tal Mikel me interrumpe.

-Espero que paséis una estancia agradable. Me alegra poder tener a dos participantes del torneo. 
Seguidme- Se da la vuelta y comienza a andar. Lo seguimos por un largo pasillo lleno de puertas- 
Soy un gran aficionado a los torneos, y estoy seguro de que si ganáis alguna prueba, podré alardear 
de ello y atraer a gente al hotel- Vaya, e ahí la intención oculta. Aunque no me molesta para nada, no 
puedo evitar recordar que, en efecto, en estos tiempos nadie hace nada por el simple hecho de ayudar 
a los demás. Siempre hay que buscar beneficio.

Mientras despotrico contra la humanidad Mikel sigue hablando, pero yo simplemente lo ignoro. 
Entonces se para delante de una puerta y vuelvo al mundo real.

-Aquí está vuestra habitación, la 318. Tomad la llave- me la entrega- Espero que lo paséis bien- Dice 
con un tono extraño mientas sube y baja las cejas para después dar media vuelta y volver por donde 
vino.

¿Qué se trae entre manos?

Abro la habitación con la llave que segundos antes me ha dado, y entro, absorta en mis pensamientos.

Hay algo raro en ese tío. Y en los de la prueva. ¿Como pudo una aldeana reconocerme y ellos ni 
siquiera sospechar?

’Tienden unas no muy bonitas trampas a los criminales únicamente para divertirse’’ Había dicho la 
herrera. Eso no puede ser bueno. Algo me estoy oliendo que no me gusta.

Doy un rápido vistazo a la habitación. Un sofá, una mesita con una cesta repleta de fruta, una puerta 
que supongo que dará al baño, un tocador, y en medio de todo, una cama doble. Detrás de mí está 
Marc.

Sigo pensando que debe de haber gato encerrado. No puede ser que...

.

.

.

Un momento.

-Marc ¿Y tu habitación?- Y, entonces me doy cuentas.

Una llave.

Una habitación.

Una cama.

Dos personas.

...

Un cadáver.

-Este... Eh, tiene gracia. Por muy bien que le haya caído Mikel, no ha estado dispuesto a darnos dos 
habitaciones.

Silencio.

Un tenso silencio.

Un silencio que promete mucho dolor.

Porque, sí, alguien va a acabar con algún hueso roto. Y quizá con un ojo menos.

O, por qué no, un huevo menos.

Me doy la vuelta lentamente. Sinceramente, ahora mismo no sé qué mierda pensar. Solo sé que 
quiero gritar.

Y lo hago.

Grito tan alto que la garganta me quema.


-¡¡¡ESTÚPIDO!!!-

=/=/=/=/=/=/=/=/=/

*En medio del escenario, una pequeña cabeza asoma*

Ehehe... ¿Hola? ¿Seguís ahí?

¡Por favor no me echéis tomates! 

¡No me queméis como bruja!

¡No me clavéis ningun cuchillo!

Sé que no tengo escusa D: ¡16 días! Ni yo me lo creo!! Y no me lo perdono.

No voy a llenaros la cabeza con escusas tontas, ya que supongo que sabréis mis razones. Nosecuantos exámentes, nosecuantos deberes, nosecuanta tarea... Entre el colegio, y otros asuntos, no he podido actualizar :C

Si os digo la verdad, estoy agotada. Hoy nada más terminar mis quehaceres, me he sentado frente al PC y me he estrujado las neuronas hasta crear.... esto. Esta hermosa patata. No sé si querréis asesinarme, torturarme o encerrarme, pero os digo que sois libres de hacerlo. 

Ahora mismo lo único que quiero es dormir y dormir, así que... ojala hayáis disfrutado :) Ah, y para el próximo capítulo tengo algo que comentaros. Os prometo que haré todo lo posible para no retrasarme tanto. Y es algo importante (a ver si consigo recordarlo xDUu) Y si no me lo recordáis :D

Os quiero, aunque sepa que ahora mismo os gustaría verme con puré de patata en la cabeza (?

Bsos & Salu2

Mi dieta a base de chocolate ha sido lo que me ha mantenido con vida estas dos semanas. Vuestro delicioso chocolate >u< ¿Me dejarías unos deliciosos comentarios sabor chocolate para conseguir algo de energía?



Lo siento, en serio. Estoy agotada, y medio deprimida (a parte de que estoy en mis días. Oh, sí, chicas, vosotras sabéis.) Así que tened piedad :C

20 de septiembre de 2014

Estrellas

Estrellas


Estrellas. Miles y miles de estrellas. Parece que están cerca, parecen unos pequeños puntitos, unos granos de arena, cuando en realidad son bolas de fuego gigantes que están a millones y millones de kilómetros de distancia.

Son como las personas. Cuando estoy en algún pueblo, puedo verlas. Son millones de personas con las que me he juntado, y parecen insignificantes. Parece que no tienen historia, que son tan importantes como un grano de arena, cuando en realidad tienen toda una historia a sus espaldas, momentos felices y momentos tristes, recuerdos, hogares, personas importantes, familia. 
Probablemente son lo más importante para alguien.

Yo no. Yo no soy una estrella. No tengo nadie importante, al menos no vivo. Si muriera sería como si una hoja callera de un árbol en otoño, sólo una más que cae.

Estoy recostada en un árbol, observando las estrellas, cerca de una hoguera que encendí hace tiempo. 
No me gusta ponerme pensativa, filosófica o como quieras llamarlo. Sólo sirve para recordarme de que estoy sola.

No soy como la gente que vive felizmente en sus casas, como esas chicas adolescentes, a las cuales sólo les preocupa qué ponerse o el ‘’quién sale con quién’’. Nunca seré una chica así. Mejor dicho, nunca fui una chica así. Ya soy adulta, hace unas semanas cumplí 18, aunque la verdad, creo que maduré antes de tiempo.

‘’Después de todo, me escapé de casa’’ pienso.

Cuando viajo, me he topado más de una vez con algunas adolescentes discutiendo con sus padres, ya sea en la calle, en el bosque, o oyéndolos desde las ventanas que dejan abiertas. Siempre se auto compadecen y gritan que se escaparán de casa, y así serán felices, ya sea por la falta de libertad, por simple capricho o por estar con el amor de su vida.

Patrañas.

Para ellas es muy fácil decirlo, nunca han pasado hambre, frío o sueño. Nunca han sido heridas físicamente de forma grave. No, se piensas que el mundo es de color rosa.

Más patrañas.

Mientras ellos viven en su cuento perfecto y haciendo un drama del más pequeño problema, hay gente que pasa cada día de su vida luchando por vivir y nadie se da cuenta. Nadie ayuda.

Porque claro, es más fácil quejarse de que no te gusta la ensalada y tirarla que mirar más allá de tus narices, mirar a fuera y ver toda esa gente que se está muriendo de hambre. A ellos les da igual si es una simple ensalada, la mejor de las carnes o sobras de hace cinco días, porque no tienen nada mejor. 
Y definitivamente no se quejarán por que haya un pelo en su sopa.

Asco de mundo. Asco de gente.

Hoy me he encontrado con un niño. Un niño de cabello negro y ojos azules. Estaba en el bosque, llorando. Cuando me acerqué a él me di cuenta del deplorable estado en el que se encontraba.

Era prácticamente un esqueleto andante. Estaba demasiado delgado. Golpes, cortes y moratones llenaban su delgado cuerpo. Los huesos se marcaban en su piel y tenía ojeras, además de que el trapo que cubría su cuerpo estaba manchado de polvo, barro y sangre. Le pregunté cuantos años tenía y me contestó que 8.

Me contó que su familia, pobre pero honrada, fue expulsada de una aldea acusados de robar una cesta de manzanas, lo cual, dijo el pequeño, era mentira.

‘’Vivimos de lo poco que cosechamos en nuestro huerto, y aunque intentamos venderlo, nadie quiere 
comprar nada a una familia de pobres’’ Me dijo mientras intentaba no llorar.

También me explicó cómo al salir de la aldea, un grupo de bandidos con ganas de divertirse, mataron a su padre mientras él luchaba por qué no se llevaran a su esposa e hijos. Al parecer, los bandidos capturaron a la madre y a las dos hermanas mayores. Y a él lo dejaron tirado al lado del cuerpo muerto de su padre. El niño, después de llorar por no se sabe cuánto tiempo, se adentró en el bosque en busca de alimento hasta que no pudo más y se echó a llorar.

Le sequé las lágrimas y le di el bocadillo que había preparado para mí. Mientras el niño devoraba ese pobre bocata de jamón y chorizo como si fuera el mejor manjar del mundo, yo hervía en furia. Pero supe controlarme y, sin perder tiempo, lo llevé al orfanato de la siguiente aldea que quedaba cerca. 
No podía asegurarle que llevaría una buena vida allí, pero sabía que tendría alimento y lugar donde dormir.

Después, cuando retomé mi camino, no muy lejos del pueblo, encontré tres mujeres tiradas en el suelo, muertas. Varios cortes y con dos trapos que apenas tapaban su cuerpo.

No tardé en hacer la conexión.

Así que, siguiendo las marcas de los caballos, llegué a donde estaban esos bandidos de juerga, bebiendo y proclamando ser los más poderosos. Presumiendo de los delitos que cometieron y planeando los que cometerían.

No puedo describir en palabras la furia que invadió mi cuerpo en aquel momento. Las ansias de venganza. Las ansias de matar que sentí.

Me escondí entre las sombras, aprovechando que ya había anochecido, y maté a los cinco hombres que celebraban y bailaban. Deberían estar agradecidos, les di una muerte rápida a pesar de mis ganas de torturarlos y oír sus gemidos, sus súplicas, sus despreciables voces suplicándome que los matase.

Algunos me tomarán como una heroína. Por vengar la muerte de los padres de un niño. Pero yo sé 
que en muchas aldeas ya me han puesto un nombre, ‘’rata escurridiza’’, y tienen razón. Seguro es que la mayoría de la gente me verá como alguien despreciable, de la misma forma que miras a una rata cuando te toca.

Porque, al fin y al cabo, los he matado. Y he disfrutado con su muerte. ¿No me hace eso igual a ellos? Al fin y al cabo, hemos tenido deseos de matar, hemos matado, y hemos disfrutado matando.

¿Acaso no es lo mismo?

Doy asco.

Merezco la muerte igual que ellos.

Pero aún así me escabullo de la gente y sigo viviendo. Porque soy egoísta y quiero vivir. Vivir en este mundo de seres repugnantes.

Puede que la gente, cuando me vea pasar a su lado, crea que soy una estrella. Una más del firmamento, con su propia historia e importante para alguien.

Error.

Soy polvo. El polvo que se crea cuando una estrella explota.

Soy el desecho de alguien, que vaga por el universo porque es la única opción que tiene. Nadie sabe siquiera que existo, y mi historia no es más que el haber nacido de la destrucción, de una explosión. 
Nadie me observa desde la tierra, nadie me verá nunca, y nadie me recordará.

Soy solo polvo que algún día será consumido por las estrellas.



























Pero el polvo, cuando se junta con más polvo, crece y crece, hasta crear una nueva estrella.

¿No es verdad, Sara?

=/=/=/=/=/=/=/=/
Palabras: 1156

No sé de donde mierda salió esto, pero aquí lo tienen :D (?

Hola! Que tal lo están pasando? Yo genial, con todos los estúpidos deberes/tarea (nótese el sarcasmo) Aunque, como ya los he terminado, aprovecho para escribir esto.


Antes que nada, aclaro que esto no es un capítulo, sino más bien un... One-shot. Es decir, una historieta que solo tiene un capítulo o algo por el estilo. 

Os cuento:
Tras sufrir uno de mis muchos cambios de humor, me he puesto a leer en Fanfiction. Después de 5 horas pegada al movil, y nosecuantos one-shots/drabbles leídos, me ha venido la inspiración, y he hecho uno. ¡JÁ! ¡Ya tengo mi propio one shot, madafakas! (?

ok no xD

Pero en serio, me ha dado por leer fics depresivos, con finales dramáticos o de esos que hacen que te mees en los calzones del miedo D:

Pero aún así he seguido leyendo esas mini historias que, aunque de pocas palabras, te causaban sentimiento (o ganas de acurrucarte debajo de tu cama y no salir de ahí). Y para mí, eso es importante. ¿No es increíble poder causarte esa reacción, sólo con palabras?

Y, de nuevo a la historia, quizás es un poco oscura o muy dramática, pero es lo que ha salido de mi -psicotica- mente xD

No sé si os habrá gustado, si es muy oscura o qué, pero si queréis ya sabéis que podéis decirlo por los comentarios :3

Por si no entendéis la última frase, significa que el polvo (Sara) cuando se junta con más polvo (Otras personas que la quieren) se unen y crean una nueva estrella, brillante y con una fascinante historia.

Quizá es muy profundo, o quizá no tenga sentido. Pero ahí estáXD

Ah, también aclaro que, aunque no sea un capítulo, tiene que ver con Sara. Como veis, aquí tiene 18 años, que es un año antes de que conozca a Marc. No sé, es para que veáis un poquito de los antiguos pensamientos de sara, ya que después de la llegada del rubito, nuestra prota cambia mucho su forma de pensar xD

También os presentaré a... ¡Camila Diaz Migel de Priego! Que se tomó el tiempo y me dejó un delicioso comentario... ¡y 5 barras de chocolate! ¡¡Muchísimas gracias!! Es todo un flipe cada vez que alguien nuevo aparece y dice ''me gusta como escribes, sigue así'' en serio, me sacáis la misma estúpida sonrisa que Marc logra sacar a Sara :'D

Además, hice este mini cap para compensar el anterior, que según comentaron, fue corto xDUu y la verdad, no me arrepiento de haberlo escrito. Así que, EstopAtTheEdge, gracias por tu comentario y tu opinión, que fue como una patada en el culo que me animó a escribir :D

Cada vez estoy peor (?

Qué más, qué mas...

Pues que tenía pensado subir un dibujo a PC, pero visto que tardaría siglos, he decidido sacarle una foto y subirlo a papel -3- Eso sí, a ver si saco tiempo y la paso al ordenata.

Pues aquí tenéis a Sara y Marc caminando tranquilamente xD y en la esquina ese abrazo que le dio Sara por impulso :3 Está hecha sin muchos detalles, pero con mucho chocolate (?

Y probablemente por ahora suba más dibus a papel que a ordenador :S ¿Os molesta? ¿U os da igual? 


Y.... bueno, nada más que decir. Creo xD Probablemente se me olvide algo y luego tenga que editar XDUu

Así que...

¡Bsos & Salu2!

Cada vez que me regaláis chocolate, una estúpida sonrisa aparece en mi cara. Y gracias a todo ese dulce manjar que me entregais la inspiración acude a mí más fácilmente xD
¿Me dejarías un dulce, dulce comentario?

18 de septiembre de 2014

Capítulo 14; Jodida capa


Capítulo 14;
Jodida Capa

-Ahora, por favor- Dice el hombre del puesto- Para poder recordarla, señorita, quítese la capucha.

Y todo se esfuma.

Me cago en mi identidad de rata escurridiza.


Rápidamente miro a mis lados, buscando alguna ruta de escape. Todo está lleno de gente, por lo que sería fácil escabullirme...

¡Mierda!

Ahora me fijo en tres guardias que están prácticamente rodeándome. Me atraparían enseguida.
Estoy jodida.

-Señorita, hay gente esperando. Quítese la capucha.

Estoy acorralada. Y si intento escapar probablemente usen a Marc en mi contra, ya que lo he presentado conmigo y seguramente sabrán que es mi compañero. Y por lo que sé no es muy bueno en la lucha cuerpo a cuerpo, por lo que lo atraparían seguro.

No puedo arriesgarme a que lo usen en mi contra.

Así que, lentamente, subo mis manos y agarro mi capucha. La retiro lentamente...

Y aquí estoy, sin capucha, delante de tres policías y estos tipos.

Me pongo alerta disimuladamente, esperando el ataque. Algún grito acusatorio.

Un ataque que no llega. No hay gritos.

-Muy bien. ¡Siguiente!- ¿Qué? Me quedo anonada en mi sitio. – Señorita, hay más gente esperando, apártese.- Y noto que alguien me toma del brazo y me arrastra entre la multitud. Es Marc.

-¿Cómo...?- Pregunto, algo confusa y tensa.

-No lo sé... quizá tu cartel de ‘’se busca’’ aún no ha llegado a aquí.- Me susurra tan sorprendido como yo.

-Puede ser...- Digo, aunque sigo pensando que hay gato encerrado... ¿no se supone que el sistema de delincuentes está actualizado?

Como sea, mejor será aprovecharlo. Lo importante, por ahora, es conseguir el Bow.

=/=/=/=/=/=/=/=/

Estoy buscando alguna herrería o algo por el estilo donde reparar mi destrozado puñal mientras Marc busca algún hostal donde pasar la noche, con mi capucha de vuelta en mi cabeza.

Me asombra la variedad de tiendas que hay. Y toda la gente que me encuentro. Me he cruzado con varias personas de áreas superiores, todas ellas asombradas por este área y sosteniendo algo en sus manos. Era algo como un pequeño rectángulo, con una especie de pantalla. Cualquiera de un área alta lo llevaba. Me pregunto ¿Qué será? ¿Para qué servirá? ¿Por qué todos llevan uno de esos?

La verdad, por muchas ganas que tenga de llegar al áX, la verdad es que no se mucho del estilo de vida de allí. Lo que sé es que se vive de forma segura, que apenas hay enfermedades.

Un lugar donde... vivir feliz. Supongo.

Aunque... ¿No soy feliz viviendo con Marc?

No gustándome el rumbo de mis pensamientos, desvío mi mirada a un carel que dice ‘’Herrería TC, reparos y encargos’’. A pesar de la cantidad de tiendas que hay, esta es la única herrería que he visto en mucho tiempo. Así que, no queriendo caminar media hora más, atravieso la puerta de madera y entro.

Entro en un espacio solamente iluminado por varias velas y una ventana. Mis ojos tardan un poco en acostumbrarse a la repentina oscuridad, y parpadeo hasta que lo consiguen. En seguida me fijo en todos los utensilios, espadas, martillos... que hay expuestos en la pared. De repente, me doy cuenta del constante sonido metálico que viene de una habitación al fondo. Suena a un martillo golpeando algo metálico.

Me acerco lentamente, cuidadosa de no tropezar, ya que la capucha dificulta un poco mi visión. Me fijo en todos los utensilios, que parecen ser de buena calidad. El herrero debe de tener fuerza y destreza para crear este tipo de armas.

Llego a la otra habitación y toco en la pared, queriendo llamar la atención del herrero. Este parece escucharme, ya que detiene su labor y se acerca a donde estoy.

-¿Qué se le ofrece?- Me sorprende escuchar una fina voz aterciopelada, ya que esperaba escuchar un vozarrón grave y grosero.

Y mayor es mi sorpresa cuando, a la luz de las velas, consigo ubicar unos ojos de un verde tan brillante como el de una esmeralda que contrastan totalmente con el cabello morado que atraviesa su rostro. Además de su fina cara y piel de porcelana que posee. Me quedo anonada, no solo porque la persona que tengo frente a mí es una mujer, también por su peculiar aspecto. Rápidamente sacudo mi 
cabeza.

-Yo...- Comienzo

-¿Acaso es demasiado raro encontrar a una mujer de herrera?- Me dice hostilmente. Me sorprendo- 
Oh, vamos, he visto la misma mirada un millón de veces. ¿Acaso una mujer no puede ser herrera?- Me dice con un profundo ceño. –Si vienes a reprocharme o cualquier cosa, será mejor que saques tu culo de aquí antes de que te eche a patadas.- Dice sin levantar la voz, pero con tono amenazante.

Por un momento, me quedo parada en frente de ella. Podría molestarme por haberme hablado así, o echarle en cara que solo soy un cliente. Pero no puedo porque... me recuerda a mí.

A mí también me juzgaron sólo por ser una mujer. También me molestaba cuando se me quedaban mirando asombrados.

También me ponía a la defensiva.

Así que, no sé muy bien por qué, una sonrisa aparece en mi cara. ¿Irónico, no? Encontrar a alguien que actúa de la misma manera en la que yo hago. ¿O hacía?

Sin querer pienso en Marc, pero me digo que no es el momento, ya que veo su desconcierto a causa de mi sonrisa.

Tal y como me pasó con Marc.

-No, sólo venía a comprar un par de armas. Yo también soy una mujer a la que han juzgado sin saber.- Digo, mientras continúo sonriendo de forma divertida.- Me gustaría saber si podría reparar este puñal- Digo, sacando el arma, la cual sigue en una condición penosa.

-Yo...- Dice, pero rápidamente borra todo signo de sorpresa de su cara y lo oculta con una mueca malhumorada.- Claro, enséñalo- dice extendiendo la mano. Yo le paso el puñal.

-Joder... ¿Cómo mierda ha acabado así?- Dice, asombrada, pero siempre manteniendo el ceño fruncido.

-Una larga historia- Digo, a sabiendas de que no se creería que salté de una casa a otra solo para conseguir mi bolsa.

-Bien, sígueme- Dice, mientras entra en la habitación que parece ser el taller. Yo la sigo.- No hago preguntas, y créeme, a veces deseo no saber cómo han acabado ciertas cosas en penosos estados.-
Explica. – Veamos...- Dice, mientras toma un martillo no demasiado grande y se dirige a lo que parece un horno. Se pone unos guantes bastante enormes y sumerge el puñal dentro de lo que creo que es acero fundido, y después lo deja encima de una mesa metálica y comienza a golpear el puñal 
con fuerza.

Aprovecho para mirarla de arriba a abajo. Está vestida con unas botas, un peto holgado y algo sucio y un cinturón repleto de herramientas y bolsillos. Debajo una camisa granate y luego esos guantes gruesos. Me fijo en su rostro, en el sudor que asoma en su cara y el cabello tan peculiar que posee. 
Pero sin duda, lo más inquietante, son sus ojos esmeraldas, ahora concentrados en el trabajo, siempre con ese ceño fruncido.

De pronto se separa de la mesa, deja el martillo y se limpia la cara.

-No sé qué diablos ha pasado para que esta pequeña acabe así, pero te aseguro que quedará perfecto.- 
Toma el puñal con esos mismos guantes (los cuales doy por hecho que aíslan de la temperatura, seguramente de algún área superior) y lo sumerge en agua, soltando así un montón de vapor.

Al sacarlo, aplica una pasta de un bote, que hace que durante un momento el puñal brille de un espeluznante verde y después lo sumerge en el agua. Al sacarlo, ha regresado a su estado en el que lo compré, e incluso me atrevería a decir que está en mejor estado. Me quedo asombrada, y ella sonríe arrogantemente. Me entrega el puñal y lo examino.

Está perfecto.

La miro y con la mirada le pregunto el precio.

-Tres monedas de plata. No ha sido muy complicado- Dice. Yo le entrego el dinero y guardo el puñal en mi bota. Ella muerde las monedas, supongo que intentando doblarlas y verificar si son reales o no. 
Claro está, al ver que no las deforma, las guarda satisfechamente.

-Muchas gracias.- Digo, contenta por el servicio.

-¿A dónde te diriges?- Me pregunta, escrutándome con la mirada y, por lo que creo, está intentando 
ver mi rostro, pero la capucha hace su trabajo y no le deja.

-Voy a participar en el torneo.

-¿Manejas armas?- Dice, algo asombrada.

-Sí, como tú misma dijiste, las mujeres podemos hacer muchas cosas, no solo lavar ropa- Digo sonriendo, y ella, aunque primero me dedica una mirada confusa, luego sonríe. Una sonrisa que creo sincera, y que hace que su rostro, ya de por sí hermoso, rejuvenezca unos cuantos años.

Es increíble lo que una sonrisa puede hacer en una cara.

Ahora entiendo porque Marc confundía mi edad. Debería de parecer una anciana al no sonreír nada. 
Río interiormente y salgo de mis pensamientos, prestando atención a la joven delante de mí que está a punto de decirme algo.

-Y... ¿Cómo te llamas?- Dice. Y yo aunque me muestro algo reticente, decido revelárselo. Pero antes de que diga nada, comienza a hablar- ¿Por qué te escondes en esa capucha?- Esa pregunta hace que me sienta nerviosa, e inconscientemente retrocedo un paso.

Pero tan mala suerte es la mía que tropiezo con alguna herramienta que había en el suelo, cayéndome ridículamente de culo en el suelo. Con aún más mala suerte que a causa del impacto la capucha cae.

Mierda.

La miro y ella me observa fijamente, muy sorprendida.

‘’es por el color de ojos’’ intento auto convencerme ‘’el tipo del puesto y los guardias no me reconocieron, una aldeana no podrá...’’ Así que me levanto lentamente observándola.

-Tú... Eres la rata escurridiza- Afirma.

Jodida mierda.


Creo que tendré que comprarme una máscara.

Rectifico

Jodida capa. 

=/=/=/=/=/=/=/

Y aquí estoy! Sobreviviendo a mi muy querido instituto y sus maravillosos deberes o tarea, como prefieran.

Lo que sé es que un día quemaré el instituto. Y será un hermoso día.

Pero dejando de lado mis instintos asesinos (? pasemos con las notas de autora :P

  • Al principio, cuando Sara hace referencia a los aparatitos que usan en áreas superiores se refiere a los teléfonos móviles o celulares. Lógicamente, aún no ha llegado a la área en la que los inventaron.
  • Otra vez he tenido problema con el título. No quería que hiciera referencia ni a la herrería, ni al alivio que siente cuando no la acusan de ser la rata escurridiza. Por lo que he optado por una frase con una de mis palabras favoritas. Oh, sí, jodida es una hermosa palabra que uso mucho, y quien diga lo contrario... es un jodido (? ok no xD
  • Sé que he tardado mucho en actualizar, ¿pero os podéis creer que, en la segunda semana ya hemos tenido 2 exámenes (verbos de ingles y español) Y mañana volvemos a tener verbos españoles, y el lunes verbos franceses? Jodidos verbos
  • También que mañana nos preguntarán teoría de una de mis peores asignaturas (geografía) que para colmo damos en ingles (doble dificultad)
  • Ah, y como no, tengo que joderme porque se me ha olvidado el cuaderno de ciencias naturales, y he tenido que andar preguntando por watchapp y haciéndolo todo en una hoja blanca.
  • Y como he estado toda esta semana con remordimientos por retrasarme con el capítulo, he decidido que hoy me pondría a escribir, ya que las otras veces que agarraba el PC estaba, literalmente, sobada (incluso con el moco-globo que asoma en la nariz adornando)
  • Así que, perdón por la demora, y de verdad que me siento fatal por haceros esperar :C Pero tranquilos, como recompensa, os dejaré que me ayudéis a hacer explotar el insti :D ¡Será divertido!
Y dejando de lado mis desgracias, voy a presentar a...
¡Sizzy Creative! Que fue tan amable de comentar :D

Ya que no podré hacer blingee (por falta de tiempo) He decidido que cada vez que alguien nuevo comente, lo presentaré aquí :3 

Es para mí un honor que la gente lea mi historia. Y cuando alguien comenta mi corazon brinca de alegría :D O me entran gases, algo de los dos (?

Naah, en serio, me pongo muy feliz de saber el Nick de alguien que me lee, y más aún cuando escucho su opinión. ¡Gracias por no abandonarme!

Y ahora, os dejo, que mañana me tengo que levantar a las 6:30 para repasar los jodidos verbos y estar en el instituto a las 8:00 (si no sabéis, tardo mucho en prepararme, y no sé como me las arreglo para salir siempre tarde de casa)

Así que, besos soñolientos y me despido :D

Bsos & Salu2

Pd: Psss, ¿Sabéis que? El chocolate me ayuda a concentrarme en mis estudios. Y cuanto mejor estudie, más podré andar a PC y escribir mi querida historia. 
¿Me daréis chocolate?

10 de septiembre de 2014

Capítulo 13; Y todo se esfuma

Capítulo 13;
Y todo se esfuma



-Entonces, el día tiene 24 horas, la semana tiene 7 días, un mes tiene entre 30 o 31 días, a excepción de febrero, y el año tiene 12 meses, 364 días menos los años bisiestos.

-Exacto. Vaya, lo has entendido rápido.

-Lo que aún me confunde es el tema del año bisiesto.

-Verás... Un año no dura exactamente 364 días, sino que 364 días y seis horas. Seis por cuatro es 
veinticuatro; un día. Por lo que cada cuatro años se añade un nuevo día al año. ¿Entiendes?

-Eh... Creo que sí. Creo- Marc suspira.

-Bueno, lo único que necesitas recordar es que cada cuatro años febrero tiene un día más. 
Tampoco es tan difícil.

-No es que sea difícil, es que lo haces difícil. Explicas de pena- Marc me da un golpe amistoso haciéndose el ofendido.

Estamos de camino a la capital y Marc me acaba de enseñar el sistema horario. Bueno, en general me ha enseñado los meses que tiene el año, los días que tiene una semana, las horas que tiene un día... Todo lo que mi madre no me pudo enseñar.

Hasta ahora lo único que sabía era que había segundos, minutos, horas, día, noche y cuatro estaciones. Al calcular el tiempo usaba mi propio método. Miraba al cielo y, según donde estaba ubicado el sol, sabía el tiempo aproximado que faltaba para que anocheciera. Instinto, supongo.

-Gracias- le digo

-¿Por qué?

-Por enseñarme.

-Ah, no es nada. Es reconfortante enseñar a los pobres que padecen problemas mentales. ¡Auch!- Le estoy tirando de la oreja.

-Cállate, o padecerás algún hueso roto- Le digo, aunque divertida y con esa estúpida sonrisa que siempre me saca.

-Vale, piedad, piedad- me suplica. Yo le suelto.

Seguimos andando, y entonces allí, no muy lejos, diviso la capital. Bilbao, creo que se llamaba. 
Entonces, automáticamente, me detengo.

¿Aquí termina?

-¿Sara? ¿Qué pasa?

-¿Eh? Ah, no, nada- Y continúo andando.

Marc me habla, pero yo sigo sumida en mis pensamientos.

Nos vamos a separar.

Hace apenas tres días no lo soportaba, y lo quería lejos de mí. Ahora, en cambio, no quiero separarme de él. Ha sido el primero en mucho tiempo en quien he logrado confiar. Le he contado cosas sobre mí que nunca había contado a nadie. Vamos, ¡si incluso le he enseñado mi cuaderno de dibujo! Y ahora...

-¿Me estás escuchando?-

-¿Eh?- Esto me pasa por pensar demasiado- No, perdona, estaba distraída. ¿Qué decías?- Marc me mira durante un instante, preocupado. Pero cierra los ojos y después muestra una genuina sonrisa. 
Aunque no es como su típica sonrisa burlesca. Es una forzada.

-Bueno, pues te tengo que repetir todo. Según tengo entendido, antes de la guerra, por aquí se hablaba un idioma muy raro. Bilbao antes también era una capital importante, y aún después de la guerra, se mantuvo. Aunque retrocedió varios siglos, sigue siendo un punto de encuentro para mucha gente.

-Vaya, ¿y cómo es que sabes tanto?

-Mi sueño siempre ha sido poder participar en los torneos que aquí se celebran. Por lo que acudía a menudo a la biblioteca a investigar.

-¿Sabes leer?- Le pregunto. ¿Cómo se me había olvidado preguntarle algo tan importante?

-Bueno, más o menos, pero era la bibliotecaria la que realmente me ayudaba. Me contaba historias sobre este lugar, los mitos y leyendas. Todo lo que ella sabía me lo enseñó.- Dice, con un brillo en los ojos que no había visto antes. Brillo de esperanza.

-Estoy segura de que conseguirás el premio- El me sonríe.

=/=/=/=/=/=/

Acabamos de llegar a la capital. Y, dios, está llena de gente. Es enorme.

Gente con carros, mochilas... puedo identificar a gente de áreas inferiores, de esta área o incluso superiores  por su vestimenta.

Hay montones de tiendas. De comida, ropa, armas, joyas, vehículos, sanitarios...

Ya he estado en otras capitales, pero todas son diferentes. Cuando viajo un área más alto, más cosas hay. Y más gente. Automáticamente, me escondo dentro de mi capucha, de forma que oculto mi cara de cualquier mirada entrometida. Más que nada por si alguien me identifica como la ‘’rata escurridiza’’.

-Bien, mi pregunta es. ¿A dónde vamos?- Pregunto

-A buscar donde inscribirme- Responde. Yo asiento.

-¿Sabes donde es?-

-No tengo idea.- Y, aunque debería  enfadarme, o preocuparme, sonrío.

-Sigues siendo el rubito idiota y despistado que conozco.

-Y el que quieres- Bromea él. Pero, en vez de pegarle o reírme, ahora me pongo nerviosa.

-Venga, movámonos antes de que se haga de noche.- Digo, aunque amaneció hace un par de horas. 
Naturalmente, es una excusa para no tener que responder.

Caminamos buscando algún letrero que diga ‘’inscripción para el torneo’’ o algo por el estilo. 
Seguimos caminando y no hay ni rastro, aunque lo que sí se puede ver es toda la variedad de objetos que hay.

Seguimos andando, y en un puesto de armas veo varios puñales. En seguida mi mente viaja a la persecución de ayer, y el estado en el que acabó mi puñal. La verdad, estaba en un estado penoso. 
Pienso en comprar uno nuevo, pero estoy segura que una reparación me saldría más barata. 
¿Dónde podría encontrar algún taller donde lo reparasen?

-Hey Marc

-¿Si?- Dice él, aún buscando en los alrededores.

-¿Podríamos pasar por un taller? Me gustaría poder reparar mi puñal-

-Claro, por qué no. Aunque, el problema sería encontrar el taller.

-¿Si preguntamos?-Sugiero.

-Naah, ya verás cómo lo encuentro.

-Si, claro- Digo yo divertida- Tu orgullo de macho no puede permitirse preguntar a nadie, ¿verdad?- 
Me mira divertido

-¿Orgullo de macho?- repite

-Si, esa cosa que a los hombres os hace creer que sois guapos, listos o valientes cuando no es verdad- Bromeo, y él se hace el ofendido.

-No me esperaba que usted tuviera esa imagen de mí.

-Oh, y ni siquiera he empezado- Y comienzo a señalarle sus defectos; aunque la mayoría están inventados.

Seguimos buscando mientras bromeamos durante un cuarto de hora aproximadamente.

-Y sobre todo, es usted un fofo zopenco-

-No me venga usted con palabras inventadas, señorita ‘’no necesito sonreír’’-

-Prepárese a correr porque en cuanto le atrape...- Mi voz cae, fijándome en un cartel a lo lejos.

-¿Qué hará en cuanto me atrape?

-Inscríbase al torneo

-¿Eh?

-¡Ahí, mira!- Le tomo de la mano y lo dirijo hacia la caseta de inscripciones, ignorando el pequeño 
sonrojo que sale en mi cara.- Aquí te puedes inscribir.

-Vaya...- Dice el, con asombro en su voz- Al fin...-

-Vamos, ¡ponte en la cola!- Y los dos nos ponemos detrás de una fila de muchos hombres (la mayoría enormes) y unas pocas mujeres. Me alegra ver que no soy la única mujer independiente.

A medida que avanzamos, puedo ver como Marc empieza a moverse nervioso y empieza a juguetear con sus manos.

-¿Estás nervioso?- Le pregunto. Aunque sea obvio, quiero que hable conmigo; quizás se tranquilice un poco.

-Si- Dice él, pero después sonríe alegremente- Estoy seguro de que conseguiré el Bow. Por lo que sé, a cada ganador de cada prueba se le da un Bow de oro- Poco a poco su sonrisa se desvanece- 
Espero poder quedar primero- Dice, ahora preocupado. Automáticamente siento empatía y mi estado de ánimo se sincroniza con el suyo.

-¿En qué prueba participarás?- Pregunto. Cualquier cosa por evitar este doloroso sentimiento de saber que puede no ganar y no poder pagar la operación de su hermana.

-Pelota, Fútbol y...- Por un momento duda, pero luego recapacita y continúa- Lanzamiento de cuchillos.- Yo lo miro interrogante, esperando una explicación. Y el comienza a explicar- Te ponen una diana y tú tienes que ir lanzando los cuchillos a una determinada distancia. El primero que dé en el blanco, gana.

Yo lo miro asombrada. No me había hablado nunca antes de esa habilidad.

-¿Y cómo es que nunca me lo habías dicho?- Antes de que pueda pensarlo, ya he hablado. 
¡Maldición! No tengo por qué meterme en su vida, sin embargo... Me siento ligeramente traicionada.

Me abofeteo mentalmente.

-No pensaba que fuera importante. Es decir, tuve que vender todos mis cuchillos por una mísera cantidad de dinero para comprar comida hace tiempo. Y tampoco es que se me dé bien, es más un hobbie más que nada. Practicaba cuando era pequeño, con los amigos. Era un juego que habíamos inventado y usábamos los cuchillos de cocina. No creo que llegue a ganar, pero en cuantas más pruebas participe, más posibilidades tengo de conseguir el Bow. Si supiera pelear, también participaría en las pruebas de lucha.

Yo, después de escucharlo, me quedo pensativa. Cuantas más pruebas, más posibilidades de salvar a su hermana... Levanto mi cabeza y miro los diferentes símbolos dibujados en la pared, encima de donde están los hombres que registran a los diferentes competidores. Enseguida distingo el símbolo de tiro con arco, lucha con espadas y lucha cuerpo a cuerpo.

Estúpidos pensamientos. Estúpidos remordimientos. Blah blah blah.

Estúpidos todos.

Y ya acostumbrada a tomar decisiones no-lógicas, miro a Marc y le hablo.

-Yo también participaré.- Él me mira confuso- En las pruebas de tiro con arco, lucha con espadas y lucha cuerpo a cuerpo. Tú mismo lo has dicho, cuantas más pruebas, más posibilidades.

Y juro que la sonrisa que aparece en su cara, partirá su cara en dos de lo grande que es.

-Yo...-

-¡Siguiente!- Antes de que diga nada, nos damos cuenta de que es nuestro turno. Me dirijo a ellos.

-El se apunta a pelota, fútbol y lanzamiento de cuchillos. Yo a tiro con arco, lucha con espadas y lucha cuerpo a cuerpo.

-Bien, escriban aquí sus nombres...- Hacemos lo dicho. Yo escribo únicamente ‘’Sara’’- Y bien. 
Ya está todo listo.

Miro a Marc. Está tan feliz que juraría que explotaría ahora mismo (no sé cómo, pero lo haría) y yo, por extraño que suene, solo por verlo a él feliz, me siento igual.

-Ahora, por favor- Dice el hombre del puesto- Para poder recordarla, señorita, quítese la capucha.

Y todo se esfuma.


Me cago en mi identidad de rata escurridiza.

=/=/=/=/=/=/=

Y hasta aquí el capítulo de hoy :D

1.661 palabras, según word (voy a empezar a poner las palabras) xD

NA: 

  • Me ha costado un montonazo ponerle un título a este capítulo. Como habréis visto (o no) mis títulos apenas tienen que ver con el contenido general del capítulo. Es decir, si hubiera puesto de título ''la capital'' sabriais más o menos que es lo que pasa en el capi. Por eso intento no poner nada relacionado con el contenido general. Es más, me suele gustar poner alguna frase o palabra que aparezca en el capítulo la cual después subrayo. Es una de mis muchas manías xD
  • Los juegos en los que participará Marc los explicaré más adelante. Para mí son juegos normales, pero seguro que habrá mas de alguno que no sepa exáctamente en qué consisten. 
  • Bilbao es una ciudad real. Es un lugar muy bonito, y puesto que más o menos han tenido unos 3-4 días de camino, calculé con Google maps la distancia real entre Ainhoa (un pueblo real también) y Bilbao. Y da más o menos la distancia de 3-4 días andando. Si no es así, entonces usad la ''magia de la literatura'' como respuesta (?
  • Hoy he empezado el instituto, por lo que probablemente a partir de ahora tenga un poco de dificultad para usar el PC. ¡Pero no os preocupéis! No dejaré la historia a medias. Como si tengo que encerrarme en el baño a escribir
  • Acabo de revisar los comentarios ¡Dios! ¡Qué felicidad! ¡Qué dicha! ¡Qué chocolate tan sabroso! En serio, os adoro. ¡Os juro que un día de estos me pongo a llorar! Las cosas tan bonitas que decís. Así que, aprovecho y presento a nuestra nueva lectora... ¡Karina! Que según he visto, se leyó los capítulos de corrida. ¡Me alegra tener a una nueva seguidora/lectora! Responderé los comentarios cuanto antes :D

Y hasta ahí las notas de Autora, que aunque pocas, son largas xD

Y ¡OH MI DIOS!  ¡OH MI DIOS!

2.000 VISITAS! E INCLUSO MÁS!

Si me muero de un ataque cardíaco la próxima vez que me deis un sus to así... moriré feliz :'D

En serio, ¡Muchísimas gracias por leer! Y por eso mismo, aquí traigo algo que os debía...

Si! Es el tan esperado DIBUJO DE MARC!


No sé si es como lo imaginabais, pero así es como lo veo yo en mi mente XD Rubito, ojos verdes y bronceado por el sol. Mano vendada, y la ropa llena de rasguños por la falta de dinero. 

¡pero espera! Que aún hay más...

He decidido subir el speed paint a Youtube, como regalo especial por todas las maravillosas visitas. Cada vez que haga un dibujo, intentaré subir el speedpaint. :D



La canción es de SeeU, Fantasy :3 (no sabía qué canción poner, así que elegí esta, que es bien bonita) xD

Y............ eso es todo :3

En serio, estoy muy feliz. Sé que 2000 visitas quizá para algunos no son nada. Para mí es mucho, ya que significa que las palabras que escribo logran que gente, de cualquier rincon del mundo sienta, aunque sea, algo cuando leen. Y por eso mismo, siguen leyendo.

Estoy muy feliz XD

Ah, por cierto, ni caso al contador rosa ese que tengo, está aberiado o algo. Tengo que quitarlo xDD

Así que....

¡Bsos & Salu2!

Pd: Científicos afirman que el chocolate mejora el humor de las personas. Y debido a la vuelta a los estudios, mi humor está decayendo. ¿Me alegraréis el día? C:

Purple Spinning Frozen Snowflake