Pestañas

10 de octubre de 2014

Capítulo 16; Muy fría


Capítulo 16; 
Muy Fría



Oh, que relajante. Un buen baño caliente siempre sienta bien.

Sobre todo después de una buena paliza.

Bueno, tampoco es que haya matado a nadie. Simplemente... he dejado un buen moratón.

De forma dolorosa.

‘’no he sido yo la que ha cometido una estupidez’’ pienso, mientras me sumerjo completamente en la 
cálida agua cristalina de la bañera. ‘’podía haberme avisado. O podía haber convencido a ese Mikel 
de que nos diera dos habitaciones’’

Saco la cabeza del agua y miro a mí alrededor. Tomo un jabón de baño, y lo exprimo en la bañera. 
Normalmente no suelo despilfarrar así estas cosas, pero ya que hemos conseguido esta habitación, 
voy a aprovecharla.

No tardan en aparecer burbujas, y la bañera en seguida se llena de espuma. Y mi cuerpo se relaja.

Doy un profundo suspiro.

Hacía mucho que no me relajaba así.

Será porque sé que, si algo va mal, Marc estará para avisar y respaldarme. Aunque sea idiota, no 
puedo negar que... lo aprecio.

Y suena absurdo, ya que, ¿Cuanto hace que nos conocemos? ¿Cuatro días?

Y en esos cuatro míseros días se las ha arreglado para meterse en mis pensamientos y lograr que 
confíen en él. Algo que hacía mucho que no pasaba.

Solamente ha habido una persona aparte de mi madre en la que siempre confié. Pero estoy segura de 
que nunca volveré a ver a ese chico de cabellos rojos, aunque su recuerdo sigue impreso en mí a 
fuego.

Recuerdo esos ojos negros como la noche, esa naricita respingona, esos brazos que me abrazaban, y 
su voz... esa voz que me tranquilizaba y me consolaba. Y la forma en que me llamaba...

‘’Yu’’

Sonrío tristemente. Era el único que me llamaba así, porque era el único que me conocía realmente.

Llaman a la puerta.

-Hey, Sara, ¿qué prefieres para cenar, fideos a la parmesana o una buena pizza casera?- No dudo 
demasiado.

-Una pizza estaría estupenda.

-Bien- Dice, e imagino la sonrisa que debe haber puesto ahora mismo.

La verdad es que Marc me conoce bastante para el poco tiempo que llevamos.

¿Pero como he podido confiar en alguien tan fácilmente? Lo normal sería que me alejara de todos 
quienes me rodean, de protegerme, de evitar que me conozcan. Y viene ese rubito y en nada se cuela 
dentro de mí, me hace sonreír, hace que le abrace, que le cuente sobre mí, me enseña cosas que nadie 
me enseñó nunca.

Me enseñó que por muy cagado que estés, una sonrisa siempre mejora las cosas, aunque sea un 
poquito.

Me enseñó a que aún puedo ser feliz, sin tener que llegar al áX.

Al fin y al cabo, cuando consigamos el Bow, él se quedará aquí y yo continuaré. ¿Pero a dónde iré? 
En un principio quería llegar al áX para poder vivir tranquila, sin temor, sin tener que desconfiar. 
Para sanar mi alma.

¿Pero entonces, por qué siento que ya está sanada?

Me da miedo sentir que ya no necesito ir al áX

-¿Que me has hecho?- susurro, mientras me sumerjo en el agua.

Quizá me sienta así porque lo único que quiero es tener a alguien que me sonría de la forma que lo 
hace Marc. O poder estar con alguien sin sentir la urgencia de sacar mi espada. Poder sentir los 
brazos de Marc alrededor mío, sintiéndome segura.

Me llevo una mano a la frente.

‘’Pensar tanto no debe de ser bueno’’ digo mentalmente. Si es que cuando estoy sola me pongo 
demasiado filosófica. Creo que lo mejor será pensar lo que haré después del campeonato cuando el 
después llegue. Me ahorraré algún que otro dolor de cabeza.

Me miro las manos, y están como pasas. Debería salir.

Así que, después de lavarme bien, salgo de la bañera y me envuelvo con una toalla (que es 
increíblemente suave) y abro la puerta, intentando no pensar en todo el lío anterior.

Y de alguna forma, lo consigo, ya que nada más abrir la puerta mi mente se queda en blanco.

Lo único que consigo procesar es que Marc está delante de mí, con su cuerpo a centímetros del mío. 
Y que yo estoy tapada únicamente por una fina y suave toalla.

Oh, sí. Y que él está con el pecho desnudo.

Inconscientemente, lo observo.

Santa Mierda

Esas ropas ocultan demasiado bien su cuerpo. No le había notado esos músculos debajo de la 
camiseta. Es decir, no son como los de un atleta dopado, pero tampoco es un fideo. Están bien 
marcados, pero no demasiado. Incluso le veo el moratón que le he dejado en el hombro izquierdo de 
un puñetazo. Un morado que contrasta con su tostada piel por el sol.

Si es que hasta tiene una tableta.

Una tableta.

Como la del chocolate.

Oh, sí, chocolate.

Frenando mis pensamientos, con un leve rubor dirijo mi mirada a sus ojos, intentando no mirar más 
abajo.

Intentándolo.

Y me doy cuenta de que él está en mi misma condición, escrutándome con esos ojos verdes y 
profundos.

No tardo en notar que la sangre me sube a la cara.

Juro que aunque no nos tocamos, soy capaz de percibir el calor que emana.

Joder.

-Este... ¿Marc?- El parpadea y, dando un paso atrás mientras abre los ojos, comienza a tartamudear.

Esta situación me recuerda al día en que nos conocimos. A esa noche que...

Me sonrojo. Aún más.

Mar por fin logra decir algo coherente.

-Pues, este... mientras me ponía el pijama nos han traído la cena, e ¡iba a avisarte! Pero entonces...- 
Se ruboriza.

Una leve impresión de déjà vu me invade.

En ese entonces estaba a punto de arrancarle los dedos, uno a uno, en lenta agonía.

Ahora estoy paralizada y roja como un tomate sin saber qué decir.

-Ah... Bien- ¡¿Bien?! ¡Por dios! ¡Esto está todo menos bien!- Voy a... voy a por mi ropa.- Digo, 
pasando por su lado y rozándolo con el hombro levemente.

Piel con piel.

Me estremezco y un escalofrío me recorre de pies a cabeza.

Santa jodida mierda

Tomo la ropa que hay en la cama, que es el pijama que en los hoteles siempre suele haber, y vuelvo al baño sin levantar la cabeza. Nada más entrar, cierro la puerta y pongo el pestillo.

¿Qué mierda ha sido eso?

Me tiemblan las piernas, mi corazón corre una maratón y para colmo, debo de ser un tomate andante.

‘’Esto no es normal’’ Pienso ‘’Deben... deben ser las hormonas y el hecho de que nunca he visto 
nunca un pecho masculino. Bueno, si he visto algunos en las peleas, los de los hombres contra los que luchaba, pero ninguno era...’’

Ninguno era el de Marc.

Nada más ese pensamiento surge en mi mente, empiezo a negar con la cabeza.

‘’No, no, piénsalo. Son las hormonas. Eso es, las hormonas. Las hormonas tienen la culpa de todo’’ 
Pienso acalorada ‘’No es mi culpa sentirme así, son las hormonas. Son ellas las que hacen que piense que Marc es sexy’’.

Marc es sexy

Es sexy

Marc.

Sexy.

Las palabras rebotan en mi mente.

‘’ ¡¿pero qué mierda pienso?!’’ Grito en mi mente y le doy una patada al inodoro. Mala idea, porque 
suelto un mudo grito de dolor mientras me sujeto el pie con las manos. ¿A quién se le ocurre pegar a 
un váter con el pie descalzo en un intento de borrar sus pensamientos pervertidos?

A mí, claro.

Acalorada, y con el pie dolorido, un pensamiento zumba en mi mente.

Necesito una ducha. Fría.

Muy fría

=/=/=/=/=/=/=/

-Y entonces, va el tío y dice, ‘’mira chancho, a mí nadie me tira una pelota a la cara y se va de rositas 
¿Entiendes?-

-¿qué le hiciste?

-Lo que cualquier persona inteligente haría. Arranqué la pelota de sus manos y salí corriendo- Yo 
empiezo a reírme, y Marc me sigue.

Después de darme una segunda ducha y salir del baño con el pijama y el pelo recogido en mi habitual 
coleta, comenzamos a cenar. Y aunque al principio lo único que se oía en la habitación era el 
zumbido de una mosca (y no mencionar nuestros sonrojos) No tardamos mucho en comenzar a hablar 
y olvidar lo pasado hace unos minutos.

Y ahora Marc acababa de contarme cómo lanzó la pelota al gruñón de su vecino mientras jugaba con 
su hermana y después salió corriendo como la persona ‘’inteligente’’ que era.

Y como no, consigue volver a sacarme una sonrisa.

Después nos sumimos en un agradable silencio. De esos en los que simplemente disfrutas de la 
compañía del otro.

Momentos después, saco el tema que lleva todo el día rondándome la cabeza.

-Pasado mañana es el torneo- Él asiente- Así que... ¿Mañana entrenaremos?-

-Supongo.

-¿Supones?-

-Sí, supongo- Me mira divertido, esperando seguramente, a que me queje de que en realidad no me ha 
respondido la pregunta cómo me gustaría. Pero, en vez de eso, digo algo diferente.

-Entonces, ¿Mañana entrenaremos juntos, o separados?

-Me da igual, como prefieras.

-Me gustaría ver como manejas los cuchillos. Es algo que me intriga.

-Vaya, me alegro de que yo le resulte intrigoso a usted.

-Acabas de lanzar el idioma a la papelera ¿qué se supone que es intrigoso?

-Intrigoso es esto- Y suelta un eructo bien audible. Pongo los ojos en blanco y una falsa mueca de 
aburrimiento.

-Eso no es intrigoso. Esto es intrigoso- Y eructo de forma aún más audible que él, lo que hace que 
suelte una risa y me mire divertido.

-Vaya no sabía que usted era tan intrigosa

-Oh, soy mucho más intrigosa de lo que usted imagina.- Digo, poniéndome de pie- ¿Y que tal si este 
par de intrigosos se va a la cama?- Él se pone de pie.

-¿No cambiarás de idea?

-Créeme que has tenido suerte cuando he cambiado de idea sobre arrancarte un ojo. Además, el sofá 
es cómodo para dormir- Digo, mientras me meto en la cama. Suspiro de placer- Lo que daría por 
dormir siempre en una cama así de cómoda.

-Gracias, ahora mi sofá resulta incluso más incómodo que antes.

-Te lo mereces por- un bostezo me interrumpe- estúpido.

-Ya me he disculpado.

-No es suficiente- Cierro los ojos. Oigo como suspira.

-Joder, las mujeres sois...

-Acaba la frase y duermes en el pasillo- Digo y ni siquiera me molesto en abrir los ojos, pero me lo 
imagino poner esa mueca típica suya de ‘’he metido la pata’’.

-únicas, iba a decir únicas.- Me contradice, intentando arreglar la frase anterior.

-Apaga las luces, anda.- Él se queja, pero oigo que se levanta, que apaga las luces y vuelve a 
tumbarse en el sofá.

-Buenas noches- Murmura.

Y yo, sintiendo una calidez única en el pecho, por sólo oírlo murmurar esas palabras que antes se me 
hacía extraño oír, respondo.


-Buenas noches.

=/=/=/=/=/=/=/=/

Holaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!

¿Que tal? ¡Yo bien! Y todo gracias a vuestro chocolate :3

En verdad estaba preocupada por no haber acutalizado antes, pero me habéis entendido y no me habeis asesinado por ello :D

Así que estoy muy contenta e inspirada, y he subido este capítulo. Os cuento:

Hoy hemos tenido dos exámenes y creo que me ha ido bien, así que al llegar a casa me he puesto a leer y he acabado un Fic que estaba leyendo.

Y ese fic me ha inspirado, y recordando vuestros comentarios, me he armado de energía y me he puesto a escribir :D

Y... seh, seguro que pensais que este capi está algo pervert.... ¡Pero que queréis! El fic que he leído estaba clasificado como M, así que...

había lemon.


Sí, lo sé, soy una pervert

Y..... ese ha sido el motivo de que ande tan pervertida y con las hormonas revolucionadas. Así que, aquí tenéis un capi bien calentito.

ewe ewe ewe ewe <------- (esta es mi carita pervert)

Naah, hoy no hay notas de autora, porque no sé que comentar sobre el capítulo, aunque sí que tengo que enseñaros algo.

La otra vez entre en una página para hacer tu personaje anime, y me puse a hacer a Sara. Y digamos que, una vez empecé no pude detenerme, e hice un gif con todas las fotos :D


Es un regalito para vosotros :33 No sé, quizá queréis tenerlo en vuestro ordenador o algo (? Aunque yo lo pondré en el blog, ya que me ha gustado como ha quedado :333

Arriba tenéis la pagina por si queréis hacer vuestro propio personaje :D

Qué mas...

Ah, he puesto una encuesta. Es simplemente para ver que os parece la historia (además de que quería poner el gadget de encuesta y no sabía que pregunta poner) Así que, si queréis, votad :P 

Y.... bueno, creo que es todo.

¡NO! ¡Ahora recuerdo!

En la entrada anterior dije que había algo importante, y es que he pensado en hacer reseñas. Es decir, últimamente ando leyendo muchos libros que me están encantando, y ya que en muchos blogs hay todo tipo de reseñas, quería ser especial (?

No sé, ¿Qué os parece la idea? 

Creo que es una forma para conozcáis un poco mejor mis gustos ;P

Gracias por leer, por darle +1, por comentar, por haceros seguidores, y ¡por compartir! Sabéis que me hace muy felices que leáis la historia C':

Y ahora, sin nada más que comentar, me despido ;P

Bsos & Salu2!! ^^


PD: Sólo diré que me gustaría una tableta.

Una tableta.

De chocolate.

Oh, sí, chocolate.

¿O ahora piensas en otro tipo de tableta?



ewe

6 de octubre de 2014

Capítulo 15; Y no sabes cuanto

Capítulo 15; 
Y no sabes cuanto


Las dos nos  miramos fijamente, mientras que yo estoy mentalmente pateándome el culo por idiota. 
¿Tan torpe soy como para resbalarme con nada?

Su verdes ojos me miran de arriba abajo, ese inquietante esmeralda recorriendo mi rostro, supongo 
que intentando asegurarse de que soy yo.

Despierto de mis pensamientos cuando le veo moverse, y automáticamente o por simple instinto, me 
agacho  y deslizo una pierna por debajo de las suyas, logrando tirarla al suelo. En un segundo, estoy 
de pie y arrinconándola con mi espada contra el suelo.

Podría haberlo negado. Podría simplemente haber dicho que se equivocaba. Y podría haber salido de 
la tienda. Ahora, en cambio, voy a tener que cerrarle la boca a la fuerza, y todo porque me he dejado 
llevar por mi instinto. Todo porque, en vez de pensar, he actuado.

Pero ya no hay vuelta atrás. Así que, me cubro de nuevo con mi fría máscara y la miro amenazante, 
entrecerrando los ojos.

-Será mejor que no digas una palabra de lo que acabas de ver, y si abres la boca, reza por que no te 
atrape, ya que será muy doloroso para ti. Y te aseguro de que yo siempre atrapo a mis presas- Digo, 
lo más amenazante que puedo para intimidarla y no tener que cumplir lo que acabo de decir.

Ella me mira, al principio con sorpresa y contiene el aire. Pero después, inesperadamente, frunce el 
ceño, me mira malhumorada y me grita.

-¡¿Eres imbécil?!- Asombrada y confusa, la miro perpleja. ¿Acaba de gritarme? Respira hondo y 
después comienza hablar. – Dije que no hago preguntas ¿Vale? No hace falta que me amenaces. ¡¿Y 
quieres dejar de apuntarme con la espada?!- Exige.

Yo la miro perpleja.

-¿Crees que estás en buena posición para exigir algo?- Digo- No soy tan idiota como para dejar de 
apuntarte para que aproveches y escapes.- Ella se lleva una mano a la cabeza

-¿Sabes cuantas veces he pasado por lo mismo?- Me mira exasperada- Te lo he dicho. No hago 
preguntas. Me vale mierda que seas la rata escurridiza o Dora la Exploradora, lo que quiero es que 
quites tu estúpida arma fuera de mis narices. Joder, si es que no aguantas un comentario.-

Yo, aún algo desconfiada, aparto mi arma, aunque no la envaino. Veo como se levanta lentamente y 
se sacude el polvo. Y después, me mira malamente.

-¿Como sé que no dirás nada?- Pregunto.

-Yo nunca digo nada. Joder, siempre pasa esto con los nuevos. Primero desconfianza, luego el intento 
de asesinato y cuando todo se aclara esta dichosa pregunta. Creo que necesito unas vacaciones- Se 
aprieta el puente de la nariz con ambas manos con un gesto agotado- Escúchame. Te doy mi palabra, 
y que sepas que yo nunca rompo mi palabra. No-Diré-Nada, ¿Entendido? –Ahora soy yo la que la 
mira malamente. No soy tan ingenua como para confiar en la palabra de una herrera. No puedo 
confiar tan fácilmente. Ella suspira y cruzándose de brazos, espeta- Además, por mucho que te 
delatara, no recibiría recompensa. El gobierno de este pueblo está malditamente corrupto. Nunca dan 
las recompensas y se dedican a estafarnos, además de que están tan jodidos de la cabeza que incluso 
tienden unas no muy bonitas trampas a los criminales únicamente para divertirse. No sacaría nada.

Ahora, algo más convencida, envaino mi espada, aunque sin apartar mis ojos de ella.

-Nunca me has visto- Susurro lo suficientemente alto como para que me escuche, de forma fría 
queriendo advertir de que no le conviene romper su palabra. Y estoy por salir cuando le oigo decirme.

-No sé qué os pasa a vosotros los delincuentes, pero dejarme deciros que estáis muy jodidos.- Y la 
puerta se cierra

Comienzo a andar entre la gente, volviéndome a colocar la capa.

La gente habla a mi alrededor, cada uno inmerso en sus asuntos. Pero no les presto atención. Mis 
pensamientos automáticamente responden a la frase dicha por esa herrera.

‘’Estáis muy jodidos’’ Dijo ella.

Y no sabes cuánto’’ Le habría respondido yo.

=/=/=/=/=/=/=/

Un poema.

Un poema es lo que debe ser mi cara.

Estoy con la boca abierta y los ojos abiertos miran al imponente edificio que tengo delante mío.

-Te van a entrar moscas- Dice Marc divertido. Mi mente aún no logra hacer la conexión y solo logro 
articular una palabra.

-¿Cómo...?- Y es que aún sigo asombrada.

Delante mío se encuentra el que, hasta ahora, es el mejor hotel que he visto. Y no una casucha como 
en las que siempre paso las noches cuando necesito descansar. No, esto es un hotel de verdad.

Y por lo que dice Marc, vamos a pasar aquí el tiempo que estemos en la capital.

No me lo creo.

-Resulta que el hijo del dueño del hotel es el hermanastro del primo de mi mejor amigo del pueblo. 
Lo había visto antes, y aunque no tenemos la mejor relación, es un gran aficionado al torneo. Nos ha 
dejado una habitación por cinco monedas de plata después de una amigable y larga charla. ¿Te lo 
puedes creer? Es un precio absurdo- Dice, con una cara que demuestra que le cuesta tanto creerlo 
como a mí.

-Una habitación casi de lujo... ¿Por cinco monedas de plata? ¿Todo porque participamos en el torneo 
y por tu carisma?- El asiente-  Ahora mismo veo un gato azul volando y me lo creo.- Marc ríe, y yo 
también- ¿A qué esperamos?

-A que te limpies la baba- Bromea

-Si no estuviera tan contenta te golpearía- Digo, sin poder dejar de sonreír.

Y es que no me lo creo. ¿Vamos a estar en este hotel por el mísero precio de cinco monedas de plata?

Sin esperar más, entro en el hotel y me quedo maravillada por el sitio. Nunca había podido estar en 
un lugar así.

Veo que alguien con el pelo rubio oscuro se acerca, de unos 23 años diría. Nos sonríe y se me 
presenta.

-Hola, soy Mikel, el hijo del encargado del hotel. Debes de ser Sara, ¿Verdad?- Asiento. Aunque sigo 
sonriendo, inconscientemente mi expresión se ha enfriado- Es un placer. Vaya, veo que no mentías al 
decir que era una belleza digna de admirar- Dice y mira pícaramente a Marc. Me sonrojo.

¿Qué Marc ha dicho qué?

Voy a decir algo, pero el tal Mikel me interrumpe.

-Espero que paséis una estancia agradable. Me alegra poder tener a dos participantes del torneo. 
Seguidme- Se da la vuelta y comienza a andar. Lo seguimos por un largo pasillo lleno de puertas- 
Soy un gran aficionado a los torneos, y estoy seguro de que si ganáis alguna prueba, podré alardear 
de ello y atraer a gente al hotel- Vaya, e ahí la intención oculta. Aunque no me molesta para nada, no 
puedo evitar recordar que, en efecto, en estos tiempos nadie hace nada por el simple hecho de ayudar 
a los demás. Siempre hay que buscar beneficio.

Mientras despotrico contra la humanidad Mikel sigue hablando, pero yo simplemente lo ignoro. 
Entonces se para delante de una puerta y vuelvo al mundo real.

-Aquí está vuestra habitación, la 318. Tomad la llave- me la entrega- Espero que lo paséis bien- Dice 
con un tono extraño mientas sube y baja las cejas para después dar media vuelta y volver por donde 
vino.

¿Qué se trae entre manos?

Abro la habitación con la llave que segundos antes me ha dado, y entro, absorta en mis pensamientos.

Hay algo raro en ese tío. Y en los de la prueva. ¿Como pudo una aldeana reconocerme y ellos ni 
siquiera sospechar?

’Tienden unas no muy bonitas trampas a los criminales únicamente para divertirse’’ Había dicho la 
herrera. Eso no puede ser bueno. Algo me estoy oliendo que no me gusta.

Doy un rápido vistazo a la habitación. Un sofá, una mesita con una cesta repleta de fruta, una puerta 
que supongo que dará al baño, un tocador, y en medio de todo, una cama doble. Detrás de mí está 
Marc.

Sigo pensando que debe de haber gato encerrado. No puede ser que...

.

.

.

Un momento.

-Marc ¿Y tu habitación?- Y, entonces me doy cuentas.

Una llave.

Una habitación.

Una cama.

Dos personas.

...

Un cadáver.

-Este... Eh, tiene gracia. Por muy bien que le haya caído Mikel, no ha estado dispuesto a darnos dos 
habitaciones.

Silencio.

Un tenso silencio.

Un silencio que promete mucho dolor.

Porque, sí, alguien va a acabar con algún hueso roto. Y quizá con un ojo menos.

O, por qué no, un huevo menos.

Me doy la vuelta lentamente. Sinceramente, ahora mismo no sé qué mierda pensar. Solo sé que 
quiero gritar.

Y lo hago.

Grito tan alto que la garganta me quema.


-¡¡¡ESTÚPIDO!!!-

=/=/=/=/=/=/=/=/=/

*En medio del escenario, una pequeña cabeza asoma*

Ehehe... ¿Hola? ¿Seguís ahí?

¡Por favor no me echéis tomates! 

¡No me queméis como bruja!

¡No me clavéis ningun cuchillo!

Sé que no tengo escusa D: ¡16 días! Ni yo me lo creo!! Y no me lo perdono.

No voy a llenaros la cabeza con escusas tontas, ya que supongo que sabréis mis razones. Nosecuantos exámentes, nosecuantos deberes, nosecuanta tarea... Entre el colegio, y otros asuntos, no he podido actualizar :C

Si os digo la verdad, estoy agotada. Hoy nada más terminar mis quehaceres, me he sentado frente al PC y me he estrujado las neuronas hasta crear.... esto. Esta hermosa patata. No sé si querréis asesinarme, torturarme o encerrarme, pero os digo que sois libres de hacerlo. 

Ahora mismo lo único que quiero es dormir y dormir, así que... ojala hayáis disfrutado :) Ah, y para el próximo capítulo tengo algo que comentaros. Os prometo que haré todo lo posible para no retrasarme tanto. Y es algo importante (a ver si consigo recordarlo xDUu) Y si no me lo recordáis :D

Os quiero, aunque sepa que ahora mismo os gustaría verme con puré de patata en la cabeza (?

Bsos & Salu2

Mi dieta a base de chocolate ha sido lo que me ha mantenido con vida estas dos semanas. Vuestro delicioso chocolate >u< ¿Me dejarías unos deliciosos comentarios sabor chocolate para conseguir algo de energía?



Lo siento, en serio. Estoy agotada, y medio deprimida (a parte de que estoy en mis días. Oh, sí, chicas, vosotras sabéis.) Así que tened piedad :C
Purple Spinning Frozen Snowflake