Pestañas

31 de agosto de 2014

Capítulo 12; Hazlo tú misma


Capítulo 12
Hazlo tú misma


¡AH!- En la tranquilidad del camino, un grito se escucha.

-¡Marc!- Y después de un momento de silencio, una estruendosa risa.

-Marc, joder, ¡mira donde pisas!- Y yo seguí riéndome enérgicamente.

-¿¡Podrías dejar de reírte de mí y ayudarme!?- Me grita un furioso Marc lleno de barro y metido en un hoyo.

-Culpa tuya por no mirar donde pisas- Digo agarrándome el estómago y riéndome tan fuerte, que pareciera que en cualquier momento me desmayaría. Marc solo se limita a mirarme enfurruñado.

Momentos después, logro calmarme.

-Tienes que verte- Digo, secándome un par de lagrimas que he soltado a causa de la risa- Y, si no te quitas esa flor de la cabeza, ten por seguro que voy a seguir así por mucho rato- Nada más decir eso, Marc se sacude la cabeza, sacándose así de encima de la cabeza una flor que le quedaba muy cómica.

-No tiene gracia, ¿sabes?

-Si, si la tiene, y mucha- digo, aún soltando pequeñas risitas. Su cara pronto deja esa mueca gruñona y empieza a reír conmigo. Cuando nos tranquilizamos, le pregunto- ¿Estás bien? ¿Te has 
hecho daño?

-Si, no es nada, solo un golpe tonto- Me dice levantándose y sacudiéndose la ropa- Pero ahora, ¿cómo salgo de este agujero?- Yo suspiro.

-Anda, dame la mano- Le digo, tendiéndosela. El me mira incrédulo

-No vas a poder conmigo- Dice, aunque siempre manteniendo ese toque cómico

-Oh, ¿por qué no te callas y me das la mano de una vez?- En mi cara mantengo una arrogante sonrisa.

-Bueno, pero como te caigas aquí será culpa tuya.- Exclama, aún algo desconfiado.

Me toma la mano, y aunque al principio parece que los dos nos vamos a caer al fondo, con un impulso lo saco a fuera. Pero aplico demasiada fuerza y él se queda encima de mí en una pose algo comprometedora. Nada más darme cuenta, me sonrojo.

Nos quedamos mirándonos fijamente a los ojos, solamente observándonos. Entonces, él comienza a acercar su rostro al mío...

Cuando me doy cuenta de lo que quiere hacer, no dudo un momento y, con un sonrojo más extremo, lo aparto de mí de un golpe y me levanto del suelo demasiado rápido. Me sacudo la ropa 
y miro a mí alrededor. Marc no está.

-¿Marc?- Digo, aún algo mareada.

-¡Aquí!- Oigo una voz proveniente del hoyo de antes.- ¡Sara, maldita sea!- Vaya, parece que lo he 
vuelto a tirar al agujero- Ayúdame a salir-

-¡Arréglatelas sólo!- Digo, roja, y comienzo  a caminar mientras oigo los gritos de Marc de fondo.

-¡Sara! ¡Joder, Sara! ¡No me dejes aquí! ¡Ven, maldita sea!- Yo, lo ignoro olímpicamente y sigo mi camino.

¿Se puede saber en qué estaba pensando? ¡Casi...! O dios, no. No, no, no, no, no.

No.

No quiero pensar en eso. No. Voy a llegar al área X y punto. No siento nada por Marc. Puede que una buena amistad, pero nada más.

¿Estás segura?  Me dice una vocecilla desde el fondo de mi mente. Cállate.  Le respondo.

Tengo que aclarar todo. Tengo que...

-Oye- Noto una mano en mi hombro, una mano sucia y áspera. Automáticamente y sin pensarlo, 
me doy la vuelta y en el proceso, clavo mi codo en la cara de mi oponente. -¡JODER!- Vaya.

-¡Marc! ¿Eres idiota? Qué susto me has dado. – Está lleno de barro.

-¿Se puede saber qué te pasa?-  Dice, frotándose la nariz y escurriéndose un par de gotas de sangre que salen de ella.

-Vaya... ¿Te he hecho daño?- Pregunto. Y él me dedica una mirada asesina. –Bueno, bueno, lo siento- Digo, aunque no sueno muy convincente. Nos quedamos mirando, y durante un instante temo que mencione lo que ha pasado hace unos minutos, pero afortunadamente, solamente suspira y, levantando los brazos y poniéndolos detrás de su cabeza, continúa por el camino.

-Estás muy rara. Sera mejor que nos pongamos en marcha o no llegaremos nunca.- Yo opto por un simple ‘’bien’’ y comenzamos a andar.

No quiere hablar del tema. Bien, porque yo tampoco.

Cuanto menos piense en eso, será mejor. No tengo tiempo para meter sentimientos innecesarios de por medio.

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Acabamos de llegar a un poblado, y ahora mismo estamos comprando un poco de comida.  Y algo de provisiones. La verdad, para ser un pueblo no muy grande, hay bastante gente. Tanta, que hay veces que tengo que encogerme en mi sitio.

Estamos en un puesto de pescado, y hay peces enormes. Y aunque se ven apetitosos, no tengo lugar para llevarlos. Marc me mira y sin necesidad de palabras, comprendemos que es un lujo que no nos podemos permitir. Así que, continuamos mirando puestos. Tendremos que conformarnos con lo que pescamos.

Los únicos puestos que considero útiles son los de comida o armas. Antes Marc y yo nos hemos topado con uno bueno, y he comprado un puñal que creo podrá serme útil en algún apuro.

El siguiente puesto es de joyería. Hay varias pulseras, collares, pendientes... Parecen de buena calidad. Es más, diría que los materiales son valiosos.

-Qué, ¿te gustan? No pensé que esas cosas te interesaran- Dice Marc de forma divertida.

-Y no me interesan- Digo simplemente. -Al menos, no del modo en el que piensas- La verdad, creo que me darían un buen precio si vendiera algunas...

 Marc se pone a hablar con un señor que le pregunta cómo llegar a no sé qué  lugar, la dependienta está atendiendo todos los pedidos posibles, y la gente está demasiado ocupada en sus asuntos.

Es una buena oportunidad.

Así que, alargando la mano, me dispongo a tomar una pulsera brillante de plata.

-¡CUIDADO EL LADRÓN!- Grita alguien en la muchedumbre.

¡Mierda!

¡ZAS! Alguien me empuja

¿Pero qué...?

Miro atrás y veo a un hombre con sudadera corriendo con algo en las manos

¡Doble mierda!

Llevo las manos a mi cintura y, es como pensé.

¡Ha robado mi bolsa!

Así que, sin pensarlo un segundo, comienzo a correr detrás de él empujado a cualquiera que se ponga en mi camino.

No te escaparás

¿Cómo he podido ser tan descuidada? Intento no perderlo de vista, y aunque no está demasiado lejos, toda la gente que hay entorpece el camino. Al parecer, no se dan cuenta de que el ladrón está escapando.

-¡Detenedlo!- Grito, pero con todo el jaleo apenas se me oye.

Choco con un hombre grande, y pierdo el rastro del encapuchado.

-¡¿Eres idiota, niña?!- Me grita. Yo paso de él y me escabullo por el gentío.

No puedo perderlo. ¿Donde mierda está? Entonces veo un puesto de madera, y como no tengo un 
mejor plan, corro y me subo a este, ignorando al vendedor que grita histérico.

He tomado altura y veo mejor el escenario. Busco con la vista, de un lado al otro...

¡Ahí!

El encapuchado acaba de tirarle un par de sandías a una mujer y escapa corriendo hacia un callejón. Yo salto del puesto y sigo corriendo.

Cuando llego al callejón, veo que no hay salida. ¿Dónde diablos está? Miro arriba, y lo veo subiendo por la pared de la casa, aprovechando los huecos que hay en la piedra rocosa. No escaparás. Y pensando eso, saco el puñal que he comprado antes y, utilizándolo a modo de piolet; lo clavo en la pared, me impulso y lo vuelvo a clavar en un punto más alto, logrando así escalar con ayuda de manos y pies.

El encapuchado logra subir al tejado, y segundos después voy yo.

Comenzamos a correr por el tejado, y estoy a punto de alcanzarlo... Pero él me tira la sudadera a la cara. Y aunque no me ha hecho nada, logra darle un par de segundos de ventaja.

Al principio le quito importancia, ya que aunque estoy cansada, no estoy dispuesta a rendirme y sé que lograré alcanzarlo. Pero cambio de opinión cuando el comienza a pasar al siguiente tejado utilizando una tabla de madera que estaba a modo de puente, y nada más pasar, la tira.

Ahora yo me encuentro corriendo hacia el fin de este tejado, y él se arrodilla a recuperar el aliento.

¿Piensas que pararé? Le digo mentalmente.

En cuanto llego al límite, doy un salto digno de un acróbata.

Estoy cayendo, y a pesar de mis ánimos iniciales, veo que no voy a caer en el tejado. El ladrón me mira asombrado, pero él también se ha dado cuenta de que estoy a punto de caer.

Jodida mierda

Justo en ese lapso de segundo, ese milésimo momento cuando estás a punto de ver toda tu vida pasar ante tus ojos, me acuerdo de que tengo el puñal en la mano y, en cuanto estoy a punto de estamparme contra la pared, lo clavo y me sostengo de la misma forma que cuando estaba subiendo al tejado.

El impacto es grande, es más, me he rasgado los pantalones y la blusa, y las manos me sangran, pero ya sea por la adrenalina, por mi amor hacia mi bolsa, por el miedo de morir o las ganas de vengarme, consigo escalar ignorando el dolor y llego al tejado.

Jodida suerte la mía

Estoy molida y algo herida, pero con ansias asesinas. Y el ladrón ante mí me mira asustado.

O mejor dicho, aterrado.

Sin perder tiempo, me levanto y antes de que salga del shock, le propino un puñetazo en la cara y cuatro patadas bien dadas. Después lo tomo bruscamente por su camisa y lo miro amenazante  a la cara.

-Dame. Mi Bolsa- Digo en voz baja por falta de aliento, pero no por eso sueno menos amenazante.

Él, blanco como el papel y con un hilo de sangre saliéndosele por la nariz, me entrega con manos temblorosas mi bolsa, la cual le arrebato de las manos.

-La próxima vez, asegúrate de saber a quién le robas, o ten por seguro que te quedas sin dedos.- Diciendo esto, lo tiro al suelo. Mejor dicho, al tejado.

Devuelvo la bolsa a su sitio y me alejo sosteniéndome el estómago con una mano y con cuidado de no caerme. Consigo bajar con unas escaleras que había al otro lado.

Nada más bajar, unos policías me preguntan por el ladrón, y yo les indico que está en el tejado, por supuesto, cuidando de que no vean mi rostro escondiéndolo debajo de la capa.

A buenas horas- pienso. –Si quieres algo bien hecho, hazlo tu misma.­-

Decido sentarme en el suelo para recuperar el aliento y de paso, revisar si tengo todo en la bolsa.

Peine, estuche, bloc de dibujo, pluma de Ane, el mini botiquín, dinero, compresas,pañuelos, pañuelos, etc, etc. Está todo.

Ahora que lo pienso... El ladrón vestía una sudadera, lo que quiere decir que venía de un Área superior a esta.

No es que no haya visto nunca a alguien de un área superior, pero es poco habitual. Normalmente la calidad de vida es mucho mejor en áreas superiores a estas, por eso la gente suele ir a esas áreas.

Aunque también hay turistas que visitan las áreas inferiores por medio de tele transporte, tengo entendido. Pero hay que tener un carnet especial o algo para utilizarlo.

Sin carnet, no te tele transportas. Hay que llegar a pie y luego hacerte el carnet.

Ya no me siento tan cansada, y mi respiración se ha normalizado. Me miro las manos y me doy cuenta de que las tengo hechas un desastre. Aunque duele menos de lo que aparenta.

Están todas raspadas, y pringadas de algo de sangre. Los brazos de mi blusa también están raspados, y mis pantalones mucho más; sobre todo las rodillas.

Suspiro.

Tendré que coser algunos parches o algo. Por ahora iré a lavarme a la fuente. No quiero que las heridas se me infecten.

Busco entre la gente, y rápidamente encuentro una fuente grande. Me acerco y me mojo las manos. Está fría, y aunque duele un poco, sienta de maravilla. Después me limpio bien la cara. Las rodillas las dejo como están, no creo que en esta época estuviera bien visto que una mujer enseñara las piernas.

Me duele, pero se puede soportar.

-¡Sara!- Oigo que me llaman

Me doy la vuelta y ahí está Marc. Nada más verme pone una cara de asombro y luego una preocupada.

-Pero ¿qué te ha pasado?- Me pregunta.

-Nada especial, un estúpido me ha robado la bolsa y yo lo he cazado.

-¿Pero cómo has acabado así?-

-Bueno... Puede decirse que esto me ha salvado la vida- Enseño el puñal que me había vuelto a guardar, aunque ahora parece que cinco elefantes han pasado por encima. Él se queda callado, y en un movimiento que no me esperaba, me abraza.

Yo me tenso. En parte porque me sorprende y en parte porque me duele. Él se da cuenta y se separa.

-¡Perdón! No sabía...-

-No es nada- Respondo y sonrío- Creo que es hora de ponernos en marcha.

-¿por qué tanta prisa?-

-No creo que pase mucho hasta que este estúpido diga que soy la ‘’rata escurridiza’’- Y aunque él 
me mira con mala cara por usar ese nombre, asiente y comenzamos a ir hacia la salida.

Antes de salir, en un puesto de ropa, compro una nueva blusa idéntica a la mía por un par de monedas de bronce.

Y de nuevo nos ponemos en marcha hacia la capital.

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Marc eructa. Yo le miro con mala cara.

-Mejor fuera que dentro- me responde a la defensiva y, como no, divertido.Yo solo niego con la cabeza, aunque no puedo ocultar una sonrisa que pelea por salir.

-Estúpido- digo con humor mientras abanico el aire con la mano, intentando que el olor no llegue a mi nariz. Marc se queda mirando mi mano. –Está bien- digo, ya algo cansada de repetirlo.

-¿seguro?

-Qué si, pesado- digo poniendo los ojos en blanco

-Aún no puedo creer que saltaras un tejado, incluso arriesgaras tu vida por esa bolsa- Dice mirándola- ¿Se puede saber que guardas ahí? ¿Tu pintalabios favorito?- Dice intentando aligerar la atmosfera entre nosotros; en cambio, solo logra que me tense.

Desvío la mirada.

¿Debería decirle? Es verdad que hemos tomado mucha confianza en estos días, pero...

-Oye, si no quieres decirlo me callo- Dice, ahora serio. Yo lo miro.

Estúpido Marc, estúpida confianza, estúpidos sentimientos.

Estúpidos todos.

-No es eso...-Bien, estoy a punto de, prácticamente, desnudarme (metafóricamente hablando) hacia Marc.

¿Estoy dispuesta a mostrarme débil?

Odio la respuesta

-En esta bolsa, yo... bueno, prácticamente tengo mi vida metida. Es algo personal y... –suspiro.- 
Como se te ocurra reírte te arranco las pelo

-Bale, que no me río- Dice él, entre divertido y asustado.

Tomo la bolsa en mis manos y... la abro.

Saco el bloc, el estuche y la pluma. Me quedo mirándole. Tiene una cara confusa.

-¿un bloc de dibujo?- asiento, mirándolo fijamente y esperando su reacción. Él lo toma y le echa un vistazo. Abre los ojos al ver los dibujos –Vaya, no tenía ni idea de que... bueno. Son muy chulos- 

Y en contra de mi voluntad, me sonrojo. Y él sonríe.

Después dirige su mirada a la pluma, y la toma. La examina cuidadosamente- Vaya, no tengo idea de qué es, pero parece valioso.

-Es una pluma- digo- Vale tanto para escribir como para dibujar-

-¿De dónde la sacaste?- Dice, aunque veo que luego se arrepiente de haber preguntado. 
Seguramente pensará que la mangué de algún lugar

-Bueno...- trago-  me la dio una niña...- Él abre los ojos. Desde luego no se esperaba esa respuesta- Se llamaba Ane, y vivía en Ainhoa.

-¿Ane? ¿La niña de la posada?-Dice aún más perplejo-  Pero si no hablaba con nadie, y trabaja en la posada porque es huérfana. ¿Cómo es que tenía esto?

-Era lo único que le quedaba de sus padres, y puesto que no sabía ni escribir ni dibujar decidió regalármelo.

-¿Vio tus dibujos?- yo asiento como respuesta- Vaya, está llena de misterios señorita Sara a secas- dice, ahora divertido- y dime ¿cómo vio tus dibujos si eres tan reacia a mostrar tu bolsa?

-Bueno, se los enseñé cuando vino a traerme la cena a la habitación

-¿Cuanto pagaste pues, para que el gruñón de la posada te llevara la cena a la habitación? Ese no se molesta apenas por nada a menos que haya dinero de por medio-

-Bueno, pagué con un Bow de bronce- Digo, evitando su mirada y rascándome la cabeza-

-¡¿un Bow?!- Grita asombrado, para luego comenzar a reír- ¿Pero cuánto dinero llevas en esa bolsa?- Dice continuando con esa molesta risa

-Bueno, ese día andaba cabreada porque tuve que tirarme a un río, ¿Vale? Quería pasar una noche agradable y pagué tanto para que no se andaran con tonterías. - Digo, molesta. -¿Por qué tiene tanta gracia de todas formas?- Medio grito.

-Tiene gracia porque me habría gustado ver al gordo de la posada lamiéndote los pies por esa bola de bronce- Y sigue riendo.

La verdad, recuerdo que me trataban mejor a comparación de otros establecimientos en los que he estado, donde siempre pagaba menos.

-Aun y eso, ¿Puedes dejar de reírte como idiota? Digo molesta, aunque algo divertida.

  El me ignora y sigue riendo, y se deja caer contra el árbol detrás de sí. Pero lo golpea tan fuerte que una manzana cae y le da justo en la cabeza, tirándolo al suelo.

Ahora comienzo a reírme yo como idiota.

Y él ríe conmigo.

Esa noche soñé con risas.

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Antes que nada...
¡No me matéis! Ni yo me lo creo,¡casi 20 días sin actualizar! ¡Es imperdonable, lo sé! Y creedme si lo intenté, intenté con todas mis fuerzas subir capítulo ¡pero no había cobertura!

Así que, temiendo por mi vida, os he dejado un capítulo ¡doble! Tiene más o menos la longitud de 2 capítulos, así que espero que no me matéis ;-;

Así que, una vez aclarado, pues... no tengo mucho que decir. Ah, y marc conoce a Ane pues porque era del mismo pueblo y bueno, ya se habrían encontrado antes.

Ah, y otro regalito ha sido el del principio. ¡Tonteo, tonteo! Casi... ehem ehem... xD bueno, no digo nada, sin spoilers.

Y... bueno, ya estoy en casita, así que tendré que resolver todos los asuntos pendientes... ¡Y también tengo que responder comentarios! Así que... ¡A ponerse las pilas! XD

Tambien tengo que decir que probablemente me haya perdido muchas cosas de diferentes blogs, así que... Si ha pasado algo importante, por favor, avisarme por un comentario.

Ah, y el dibujo de Marc... Bueno, está en proceso xD Así que... ¡Pronto lo subiré! Aunque he de admitir que no sé si estará muy bien... Es decir, espero que no me salga muy gay o algo por el estilo xD

Gracias a los que leeis, comentais, os hacéis seguidores y compartís. Que aún perdida en el culo del mundo me acordaba de vosotros. Oh, sí, cuando conseguía una rallita de cobertura y conseguía conectarme al blog ¡Qué tiempos!

Y aunque quizá haya engordado con tanta comida y tanta fiesta, no me importaría si me empachara con vuestro chocolate. Ese que tan rico sabe. Si, sabéis de lo que hablo xD

Bsos & Salu2


7 comentarios:

  1. Super genial <3 me encantaaaa~
    Quiero otro :C

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    1. Que bien que te guste xD

      Y bueno, intentaré no retrasarme tanto esta vez XD
      Gracias por comentar :D
      Bsos & Salu2

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  2. Ha merecido la pena esperar xD Me ha gustado muchísimo el capítulo!! =D Espero que continúes pronto, ya tengo ganas de ver el dibu de Marc e.e Muchas gracias por nominarme antes!! ^.^

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    1. Como siempre, me alegro de que te gustase :D Y es un placer nominar a una autora de un blog tan bueno como el tuyo :3

      ¡Bsos & Salu2!

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  3. Sugoii! *-* excelente capi sempai-sama ya sueño yo con hacer capis tan largos TwT
    Me encantó de verdad, ni senti que tan largo era hasta que lo dijiste, vi la barra desplazadora y luego todo el capi rapido y me quede con cara de WTF! O.O xD
    Espero sigas con el 13 :3 ya por fin estoy actualizada \>3</ lamento no haber comentado desde creo el 10, pero la flojera me gana =w= aunque si me senti mal por el hecho de que los comentarios son el alimento del escritor :3

    Nos vemos ^-^

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    1. LOL xD ¿Tan corto se hizo? Bueno, espero que eso sea buena señal xD A mi me pasa lo mismo con los libros. A nada estoy empezando y derrepente... ¿WTF? terminado xD

      Sip, ya lo subí :D Y tranquila, no pasa nada XD con saber que lees es suficiente :3 Y si, la flojera la flojera... bien la conozco yo xD

      Y sip, ya me diste el chocolate xD Pero no te sientas, mal, que ya me has dado mucho dulce :3 Así que...
      ¡Gracias por leer y por comentar!
      nos leemos!
      Bsos & Salu2

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  4. Ouau! Ese Marc! Buenísimo. Cómo ya he dicho antes la relación y los personajes van evolucionando de manera muy natural. Sigue así! (Chocolate puro, con leche o con almendras?)

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