Capítulo 8;
Antiséptico
¿Dónde estoy? ¿Qué hora es? Creo
que me acabo de despertar. Abro los ojos, que me pesan.
Mierda, es la primera
vez que duermo tan profundo. Se supone que tengo que estar alerta.
Un momento. Aún no ha amanecido.
¿Por qué me he despertado? Y entonces lo oigo. Alguien está gimiendo. Debe
haber sido eso. Busco rápidamente al rededor, ya que aunque no haya luz, mi
vista se ha acostumbrado a la oscuridad. Y veo en mi lado opuesto, un bulto que
se retuerce y gime.
Es Marc
Y no sé por qué, siento un
sentimiento raro que hace que me preocupe y que tome rápidamente el mechero que
suelo usar para encender la hoguera. Uno de mis mejores robos, ya que, un
mechero aquí es muy preciado, y lleva ya algún tiempo conmigo.
No pierdo tiempo y, poniendo un
palo o dos a la hoguera ya extinta de ayer, intento prenderle fuego. Mierda, el
mechero no va. ¿Ahora me traicionara? Vamos. Vamos. Estoy nerviosa, y no sé lo
que le pasa a Marc. Intento mantener la calma, pero el mechero no se enciende y
las manos me empiezan a sudar. Y sus gemidos, que creo que son de dolor, no
ayudan en nada. Vamos. Vamos.
Ahora. La luz ilumina la estancia.
Y aunque es un gran alivio que el mechero funcione, me preocupo al ver a Marc.
Está en el suelo, sudando,
gimiendo y retorciéndose. Me acerco a él rápidamente.
-¡Marc! ¡Marc! ¿Qué pasa? ¡Marc!-
Lo zarandeo, al principio suave, pero luego más fuerte. Él parece despertar.
¿Era una pesadilla? - ¿Estás bien?- Él mira al rededor, creo que intentado
ubicarse, y después me mira a mí.
-Sí, tranquila, no te preocupes- Y
aunque sí estoy preocupada, no voy a preguntarle de qué va la pesadilla. Porque
a mí no me gusta que me pregunten. – Perdón por haberte despertado- Noto que se
le dificulta hablar.
-No es nada- Sólo estamos
iluminados por la hoguera.
-Creo que ¡Ah!- El comentario
graciosillo que iba a hacer se interrumpe por un alarido de dolor que suelta.
-¿Qué pasa?- digo, de nuevo
preocupada. El me enseña su mano vendada. ¿Es mi imaginación, o está algo más hinchada
que la otra? Le tomo la mano, y comienzo a desvendarla. No creo que a él le
importe, ya que no rechista.
Ahora que recuerdo... ¿Desde cuándo
soy tan atenta? No quiero ni pensarlo. Debe ser porque estoy medio dormida.
Sí, eso.
Termino de desvendarle la mano, y
casi me voy para atrás. ¡Santa Mierda! ¿Pero
qué...?
Mantente seria. No muestres tus
emociones, o lo asustarás.
Porque lo que ahora siento, es...
Miedo.
Un miedo diferente. Un miedo de
que, el corte que tiene en la mano, que al parecer se le ha
infectado, dejándole
toda la mano medio morada e hinchada, llena de pus y sangre, pueda acabar con
su vida.
Le doy una patada mentalmente. ¿¡Cómo
puede ser tan descuidado como para no tratarse la herida correctamente!?
-¿No dijiste que sólo estaba
inflamada? ¡Está completamente infectado!- Digo lo más tranquila posible,
aunque he soñado bastante nerviosa.
-Inflamado, infectado, ¿Qué más
da? ¡Auch!- Le acabo de pegar una cachetada en la cabeza-
-No, no es lo mismo. Mierda, si me
hubieras avisado, te podría haber tratado para que no se pusiera peor. Quédate
aquí, y no te toques la mano.- Salgo pitando hacia mi bolsa. No tardo en
encontrar el mini botiquín que tomé del albergue ese. Una imagen fugaz de Ane
aparece. Sacudo mi cabeza. No hay tiempo.
Vuelvo rápidamente y algo
nerviosa, he de admitir. Abro el botiquín y comienzo a buscar algo con lo que
tratar la infección. ¡Bien! Aquí hay antiséptico.
-Ven- Le digo. Llevo a Marc hasta
las termas.- Lávate bien la mano- Creo que primero hay que lavar la mano, y
después le pondré el antiséptico. Él lo hace, y veo que le cuesta, ya que pone
varias muecas. Cuando termina, los dos nos sentamos, uno frente al otro, y le
empiezo a aplicar el antiséptico.
Según tengo escuchado, en el áX
hay una sola medicina para todo. Son unas pastillitas, muy, muy pequeñas, del
tamaño de un guisante, que puede curar cualquier enfermedad. Incluso las que en
esta época se consideran mortales. Pero claro, aún no las han importado a otras
áreas, por lo que
me conformo con las medicinas de las áreas 20 y 19.
Mientras le aplico el potingue,
Marc hace varias muecas.
-¿Te duele?- Digo. Sé que es una
pregunta tonta, y la verdad, no sé ni por qué la he dicho.
-Nada que no pueda soportar- Me
responde.
Nos quedamos un momento en
silencio mientras termino de aplicar el potingue. Cuando termino,
volvemos al
campamento y con unas vendas que hay en el botiquín, comienzo a envolverle la mano.
-Eso es bueno- Digo.
-¿Eh?-
-El que te duela. Es bueno que
sientas dolor, porque significa que la mano te responde, que se puede curar. Si
llegas a no sentir dolor, entonces es cuando tienes que preocuparte- Explico.
¿Por qué demonios tengo que dar
explicaciones? Eso es algo que me decía mi madre. No tengo por qué contárselo a
nadie. Debe de ser que estoy cansada.
Termino de vendarle la mano, los
dos en completo silencio. No me mira a los ojos. Suspiro y comienzo a guardar
todo. Al terminar, los dos volvemos a recostarnos, intentando recuperar el
sueño.
-Gracias- Dice. Vaya. No sé qué
decir. O tal vez...
-De nada- respondo. Vaya, es una
sensación extraña (otra para añadir a la lista). Me siento bien por haberle
ayudado, y más después de haberle escuchado. Cierro los ojos.
Y espero.
Y espero.
Y espero.
Nada.
Cambio de postura y me acuesto de
lado.
Nada.
Boca abajo.
Nada.
Boca arriba.
Nada.
Suspiro y abro los ojos. Miro al
cielo, donde se pueden ver unos pocos rayos de sol. Aunque aún sigue oscuro.
Miro a Marc, que duerme como un tronco. Me siento. Me ha solido pasar antes,
cuando tengo pesadillas. Por mucho que lo intente, no creo que vaya a poder
dormir de nuevo. Así que, me estiro, me levanto, tomo y arco y comienzo a
andar. Con pocas horas de sueño me conformo.
Me aseguro ubicar el campamento y
empiezo a andar, mientras me sumerjo en mis pensamientos.
¿Por qué me siento así? Me pasó
algo parecido con Ane. Suspiro. Tengo su pluma aquí, en mi bolsa, aunque aún no
la he usado. Tampoco es que tenga tinta. Si supiera escribir, la habría
utilizado ya. A pesar de ser una niña, he de admitir que dejó una huella en mí.
Y luego está Marc. Este chaval,
que resulta ser mayor que yo, que dice admirarme y al que he estado a punto de
golpearle en más de una ocasión. No he solido tratar mucho con chicos, no desde
lo que ocurrió con...
Me detengo. No pienses en eso. Me
tomo la cabeza entre las manos. No dejes que te asuste. Pero, inevitablemente,
los recuerdos vienen a mí.
Dolor. En el pecho, en la cabeza, en mis brazos. En la cara. Me está
pegando. No quiero llorar, pero lágrimas inundan mi cara. Lo que hace que se
enfade más.
-Eres una puta ratita que no hace nada. Te he dicho que me preparas el
baño, pero ni siquiera has terminado de limpiar la casa- Golpe- Y tampoco sabes
cocinar. Dime entonces, ¿Por qué tendría que molestar en mantenerte? –Golpe- No vales nada. –Golpe- Solo traes gastos-
Golpe. –
Deberías estar agradecida- Golpe. No puedo más, me duele. Duele. Y
caigo de rodillas.- Mas te vale ir a por agua caliente rápido, antes de que
termine de comer.- Se va murmurando palabras que no entiendo. Me levanto, tomo
un cubo. Salgo a la calle, camino hacia el pozo. Está cinco casas más adelante.
La gente me ve. Ve los cortes, ve los moratones, pero no hacen nada. No
preguntan. No me ayudan. ¿Es porque soy mala? ¿Él tiene razón?
Llego al pozo. No hay nadie. Si nadie me ayuda es porque soy mala. No valgo
nada. No hago nada bien. Soy tonta. Soy una ratita. ¿También soy esa palabra
que él repite? ¿Soy una puta ratita? Seguramente sí. Caigo de rodillas.
Soy tonta. No valgo nada. Debería morirme de hambre. Comienzo a llorar,
aunque intento no hacer ruido.
Unos brazos me rodean. Me encojo, ya que espero el dolor. No ocurre.
Esos brazos me rodean y me aprietan contra alguien. ¿Qué está pasando?
Me giro, y lo veo. Es un chico de mi edad, creo. Me está abrazando.
Solo mamá me abrazaba así.
-Todo va a estar bien- Susurra.
Un ruido. Mierda, sabía que no
tenía que soñar despierta. Me espabilo y, rápida y ágilmente, me subo a un árbol.
Ahí espero, hasta que veo salir a un jabalí.
Bueno, ya tenemos desayuno.
Saco el arco, apunto y... disparo.
Le doy de lleno en el cuello, y el jabalí cae. Bajo del árbol, me acerco a él y
le doy el golpe final con una flecha. Lo tomo por las patas traseras y lo llevo
a rastras hasta el campamento.
A cocinar se ha dicho.
=/=/=/=/=/
Bueno, quizá hoy no esperabais historia, pero con tanto chocolate me puse a escribir y pues... ¡TACHAN! Un capítulo recién salido del horno ^^
Notas de autora :P
- En este capítulo me he centrado en mostraros un poco más del pasado de Sara.
- También en los sentimientos confusos que está experimentando. No sólo con Marc, sino también con Ane.
- Os acordáis de Ane? Como veis Sara aún no se olvida de ella, y aún tiene que utilizar la pluma.
- En el próximo capítulo intentaré volver a darle ese ''toque cómico'' ya que veo que no fue un ''fail'' xD En este no he podido darle ese toque, porque entonces no transmitiría el ''sentimiento'' que quería transmitir
soncosasmías
Así que nada, procuraré escribir cuanto antes ^^ Y como ando con prisa, no puedo escribir nada más xD Así que...
Bsos & Salu2
Oh, amado chocolate
tú tan chocolatero
me motivas a escribir
con mucho salero
si tu me dejas chocolate
una sorpresa tendrás
que será un capítulo
que antes verás
no seas tacaño
y deja un comentario
que no hace daño
rimas no se me ocurren
por lo que este poema
aquí finaliza
pero haz una buena obra
y deja comentario.
¡date prisa!
xD me gustó mucho el capítulo, ¡demasiado chocolate xD ! Continua pronto, ¡toma más chocolate! xD
ResponderEliminarByekawaii
Sii, creo que sí xDD continuaré cuanto antes ¡Y gracias por el chocolate! Es un placer ^^
EliminarBsos & Salu2
Me encantó el cap, como siempre n.n Me gusta mucho eso del pasado de Sara.. Está muy interesante!!
ResponderEliminarContinúa pronto, bonito poema :3! En serio, me gustó mucho ;D
Luna~
Qué bien que te gustase xD Continuaré cuanto antes ^^ El poema lo escribí en un momento de inspiración xDD
EliminarGracias por comentar ^^
Bsos & Salu2
Hola,nuevamente me ha encantado el capítulo, el pasado de Sara es muy triste, pero aún así está bien adaptado a la historia y gracias a ello se ve porque salvo a Juana, me ha encantado el poema!Jajajajaja...ese si que es un gran poema dedicado al chocolate xD.En fin,bye
ResponderEliminarQue bien que te gustase ^^ Si, por ahora parece que es un pasado trágico... Se irá descubriendo xD Y sí, tiene relación con lo de Juana. Mi poema chocolatero xDD Mejor dicho, dedicado al chocolate que vosotros me dais ^^
EliminarGracias por comentar :D
Bsos & Salu2
Me encanta que pases de un tono cómico a otro más serio en nada. Y carai con el pasado de Sara, qué escalofríos...
ResponderEliminarSep, suele ser lo que me pasa a veces xD Hay un ambiente divertido y de pronto, por una palabra mal dicha... ¡puf! ambiente tenso .3.
EliminarY sep... poco a poco todo será más claro :3
Bsos & salu2